Un curandero fue condenado por violar a una mujer y ahora cumple su pena en prisión
El hombre fue sentenciado a 7 años y medio por abusar de una paciente de 80 años. Seguía libre porque el fallo no estaba firme, pero la Corte Suprema ratificó la condena.
“El negro Pachanga”, un curandero de Barda del Medio, Neuquén ya cumple una condena de 7 años y medio de prisión por haber abusado sexualmente de una mujer que acudió a él buscando alivio para sus problemas de salud. La sentencia contra Heriberto Cerda fue dictada en octubre de 2022, pero recién se hizo efectiva el último viernes tras la ratificación del fallo por parte de la Corte Suprema de Justicia.
El hombre de 75 años, fue detenido en su domicilio en Puesto Los Loros luego de un allanamiento.
El ataque ocurrió el 28 de junio de 2021, cuando la víctima, de 80 años, fue llevada por su pareja a la casa del curandero, con quien mantenía una amistad de larga data. Según el testimonio de la mujer, el acusado realizó una supuesta sesión espiritual en una habitación separada, donde le hizo inhalar un líquido que la adormeció. En ese estado, abusó de ella, introduciéndole los dedos con guantes de látex mientras realizaba oraciones.
Cuando recuperó la conciencia, la víctima se encontró desnuda. Cerda le ordenó no contarle a su esposo lo ocurrido y, antes de despedirla, le insinuó llevar profilácticos en una próxima visita. Consternada, la mujer narró lo sucedido a su pareja y al día siguiente formalizó la denuncia en la Comisaría 46 de Contralmirante Cordero.
En el juicio, realizado en 2022 en Cipolletti, la víctima presentó un relato coherente, respaldado por profesionales de la salud que confirmaron el impacto emocional y físico del abuso.
A pesar de negar los hechos y alegar que todo era una represalia motivada por “envidias”, Cerda fue declarado culpable. Sus abogados intentaron reducir la pena, argumentando que no se probó la penetración, pero la Fiscalía solicitó 11 años de prisión debido a la gravedad del caso y el daño causado.
El tribunal consideró la edad del acusado y su falta de antecedentes para establecer una pena menor. Sin embargo, destacaron la extensión del daño psicológico en la víctima, quien enfrenta dificultades para mantener una vida sexual normal debido al temor y la vulneración sufrida. Finalmente, la Corte Suprema ratificó la condena y el curandero ya cumple su condena en prisión.