La verdadera madre de todas las batallas
Mientras las fuerzas electorales se concentran en sus internas y en la Provincia de Buenos Aires, hay distritos con importante cantidad de votos. La reina de la batalla son los votos, no solo los bonaerenses.
Del domingo pasado a este no cambió nada. Con esto no quiero matar el análisis de esta nota de opinión sino profundizar en los verdaderos miedos que azotan a las coaliciones políticas de cara a las elecciones. Mejor dicho, de cara al cierre de listas primero, y a las elecciones después.
Tanto el Frente de Todos como Juntos por el Cambio tienen problemas con sus candidaturas. Uno porque les falta alguien que aglutine consensos puertas para adentro y los otros porque les sobran candidatos que no estén dispuestos a deponer intereses personales.
En el oficialismo nacional no se ponen de acuerdo si presentar un candidato único o ir a las PASO. El kirchnerismo sigue impulsando Cristina Kirchner como candidata en la elección. En los despachos K, se analiza con lupa como es una elección con CFK en la boleta o sin ella. El riesgo es grande.
Sin la vicepresidenta, hay testeos electorales que los ubican en tercer lugar. Eso afecta directamente a la Provincia de Buenos Aires y complicaría la reelección de Axel Kicillof, con grandes chances para conservar el bastión de esa fuerza política.
“Por ley, las PASO las tenemos que hacer en conjunto con la Nación, pero la elección general, podemos hacerla de manera desdoblada”, comentó el gobernador bonaerense. La definición tiene en vilo a todas las fuerzas políticas. Ese distrito concentra el 40% del electorado nacional.
Sergio Massa, apabullado por los números de la inflación, tampoco se inclina por las internas electorales. A pesar del 8,4% del índice de precios en abril, sabe que tiene chances para ser el candidato a presidente. Eso sí, candidato único o nada. Y lo dejó en claro esta semana al estilo Massa cuando el martes aseguró que "sería un gravísimo error" definir al candidato del oficialismo en una PASO. Profundizó al día siguiente cuando dijo que no se podía "andar perdiendo el tiempo en internas estériles". Massa va preparando el terreno que quiere. Sino, nada.
Juntos por el Cambio (a veces bastante Desunidos por el Cambio) sigue con la batalla entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. En el medio de ellos, Mauricio Macri, que se inclina por la ex ministra de seguridad de su gobierno, y ya no oculta sus enojos con su ex compañero de fórmula porteño.
A pesar de eso, pondera tener una estrategia necesaria para la Provincia. ¿Divididos o con único candidato? Ni Horacio ni Patricia quieren un candidato compartido. El jefe de gobierno porteño postula a Diego Santilli (hoy en día con más chances) y Bullrich se debate entre tres candidatos: Nestor Grindetti, Javier Iguacel y Joaquín de la Torre.
En los últimos domingos, el análisis fue el avance de Milei y la manera en que todos pierden caudal de votos con los liberales. Con la mirada puesta ahora en la Provincia y sólo en la Provincia de Buenos Aires, también se pierden electores. Es verdad que ese distrito tiene 13.105.973 votantes. Pero entre Córdoba, Santa Fe, CABA y Mendoza suman 9.906.887 electores habilitados. Nada para desmerecer, ¿no?
Si solamente van a estar concentrados en un distrito como la única reina de todas las batallas se olvidan que hay otro reinado mayor: la acumulación de votos a lo largo y a lo ancho del país. Me pregunto entonces: ¿Es la Provincia la reina de la batalla electoral o son los votos? En definitiva, esto es como el futbol: no importa cuan bien juegues, lo importante es meter goles. A esta altura ya no importa quien tiene mejor desempeño, lo importante es sumar votos.