El cine surge como uno de los primeros nexos que estableció un cambio fundamental en la vida social del pueblo incorporando el entretenimiento como novedad. Los antecedentes de este gran avance tecnológico son de 1910 cuando don Casimiro Tabeada junto a un compañero de tareas concretaron el proyecto de ofrecer funciones de cine en el pueblo. Tiempo después, en 1916, surgió el cine San Juan (ubicado en la calle Carlos Pellegrini 837) adquirido por don Roque González y con quien se inicia la etapa decisiva en la historia del espectáculo cinematográfico en el pueblo.

Con el auge del petróleo se instalaron en Comodoro y sus alrededores numerosos campamentos petrolíferos que por estar alejados de la ciudad no contaban con variedad de entretenimientos. Entonces el cine se trasladó a los campamentos, un proyector “Gaumont” fue adquirido expresamente para exhibiciones especiales cumplidas en gamelas y comedores terminando a veces en definitivas salas conforme esos asentamientos se volvían nuevos poblados.

Los obreros de los campamentos (Km.8, Km.3, Astra, Km.5 y Diadema) y sus familias, reciben el beneficio del cine itinerante. Llegaba un camión luciendo en la caja bastidores recubiertos de arpillera con afiches pegados y grandes caracteres pintados con tiza, convocando a los vecinos.

Con el tiempo y conforme crecía la población en los campamentos, las salas de cine llegaron para quedarse. Astra, CoomFerPet y el Cine Diadema ofrecían además de películas espectáculos artísticos, bailes, teatro y actos escolares. La distribución de los asistentes en la sala respetaba la política de las empresas del momento: la platea estaba destinada para la gente “común”, mientras los ingenieros y empleados ocupaban el “pullman”. Las marcadas diferencias de jerarquías fue una constante durante años en la mayoría de las salas de cines de las compañías.

Don Roque González era el titular de la empresa Coliseo y quien estaba a cargo de la distribución y exhibición de los films en la patagonia. Una vez por semana se realizaban reuniones con los concesionarios de los cines de Astra, YPF, Diadema y Km.8 a fin de comprar las películas y definir la programación para esa semana. La publicidad se realizaba por medio de volantes que repartían en los campamentos y más tarde algunas empresas editaron un boletín informativo que distribuían entre sus empleados anunciando los estrenos.

CINE DE YPF

La empresa estatal YPF fue la primera en instalar una sala que funcionó en un galpón de chapa y madera en la zona de Km.3 hasta que en 1928 un incendio lo destruyó por completo. Posteriormente, la empresa construyó uno nuevo de material que hasta la actualidad está situado al lado del colegio Dean Funes y su uso está restringido para la realización de actos escolares y actividades internas de la institución.

Así está hoy el Cine de YPF, ubicado al lado del Colegio Deán Funes en Km.3
Así está hoy el Cine de YPF, ubicado al lado del Colegio Deán Funes en Km.3

Se avanzó en la reparación del escenario, la readecuación del piso de manera, una salida de seguridad al patio y reparación de un baño; en estos casos los costos son asumidos por el colegio por ello se está buscando apoyo económico y realizando los trámites pertinentes para que sea declarado Patrimonio Cultural.

CINE TEATRO DE KM.8 

El cine de Km.8 se inició en 1931 en un galpón de usos múltiples y funcionó hasta 1945, año en que se traslada a un edificio construido especialmente por la Compañía Ferrocarrilera de Petróleo entre los años 1943- 1946 e inaugurada en el mes de julio del mismo año bajo la denominación de “Cine Teatro COMFERPET”.

Los planos fueron enviados desde las oficinas de la empresa en Inglaterra y adaptados por el arquitecto Roger Cossandier, quien dirigió la obra. En tanto, la construcción fue realizada por la empresa del salir Premoselli como una réplica de un cine de Inglaterra. En la actualidad, las instalaciones conservan el diseño arquitectónico original.

La sala tenía una capacidad de 500 localidades para el espectáculo cinematográfico pero con la posibilidad de sumar 300 butacas más cuando se trataba de funciones teatrales. Contaba con un bar estilo americano y a ambos lados se ubicaba un reservado familiar. El escenario se adaptaba para funciones de cine y teatro y además disponía de dos cuerpos de camarines.

El Cine de Km.8
El Cine de Km.8

Fue Don Ciria, antiguo poblador de Km.8 quien obtuvo la concesión del cine en el año 1945 y posteriormente compró. Con el tiempo, y como la demanda fue aumentando, las funciones fueron diarias. Los domingos el programa era variado y para todas las edades: la función infantil de 14 a 16 horas, la sesión “vermouth” de 18 a 20 horas y la nocturna, que en el tiempo de mayor apogeo del cine se daban dos funciones a la noche, sobre todo cuando la proyección era de films nacionales. El cine COMFERPET cerró sus puertas en 1978, tiempo después se transformó en un local bailable pero no prosperó y desde entonces permanece cerrado.

De sala de cine a "Supermercado Chino" 

Esta sala pionera pronto se convertirá en un espacio comercial, un Supermercado Chino y uno de los primeros en instalarse en la zona norte de la ciudad. Pero para ello, deberá respetar ciertos lineamientos y la fachada original del edificio ya que en 2014 fue declarado Patrimonio Histórico Municipal. De esta manera, el barrio pierde la oportunidad de otorgar de valor patrimonio al antiguo edificio del cine.

CINE DIADEMA 

El campamento petrolero surgido en 1927 y propiedad de la empresa Shell, también tuvo cine propio. La piedra fundamental para su construcción (en conjunto con el teatro y el casino) fue colocada el 14 de enero de 1933, siendo entonces el administrador de Diadema Argentina S.A. J. Ph. Van Goethem.

Como en los casos anteriores, aquí también llegaban las películas que habían sido estrenos días atrás en el pueblo de Comodoro y provistas por Don Roque González. Las funciones estaban previstas tres veces por semana: martes, viernes y domingo y en un colectivo dispuesto por la empresa YPF llegaban familias desde Escalante, campamento que no contaba con este entretenimiento. El cine funcionó durante varios años aunque no hay registros concretos que den cuenta de la fecha de su cierre.

Diadema 

Actualmente es propiedad de Covidiar, la Cooperativa de Viviendas y Servicios Públicos Diadema Argentina luego del que el 28 de octubre de 1970 Shell les vendiera las instalaciones del barrio a los vecinos en un hecho histórico para la provincia. “El cine se encuentra en buen estado de conservación”, explicó el vicepresidente de la entidad, Lucas Rojas. "Tenemos la posibilidad de habilitarlo para eventos puntuales. La habilitación permanente requiere inversiones fuertes en mantenimiento que no  estamos en condiciones de hacer desde Covidiar. De hacerlo, la restauración del piso de pinotea, la calefacción y detalles de electricidad, sería lo prioritario. Nuestra idea es mantenerlo utilizable, abrirlo para eventos y recaudar fondos para finalizar su restauración”, explicó Rojas.

LA PERLA DE ASTRA 

La construcción del cine de Astra data de 1924. El edificio era compartido por el salón de fiestas y en el mismo sector se encontraba el correo y la estación de trenes, el restaurante y la comisaría que fueron construidos en el mismo período. Se daban cuatro funciones por semana, martes, jueves, sábado y domingo, pero luego las películas sólo se proyectaban los fines de semana. Con una entrada a un valor simbólico, el ingreso era para todo público, vecinos del barrio y numerosas familias que llegaba desde Cañadón Perdido, principalmente. Sin duda, en un campamento tan alejado del centro del pueblo de Comodoro, asumió una función social y de esparcimiento para las familias de los empleados de la empresa.

El edificio era amplio, contaba con 277 butacas en total (entre platea y pullman) y contaba con un bar –confitería que servía de punto de encuentro entre un acto y otro.

Günter Olbrich, antiguo vecino de Astra, trabajó en el cine de la empresa desde 1952 hasta 1980, momento en que la actividad declinó y el cine cerró sus puertas. Desarrollaba su trabajo en la boletería y también como acomodador. “En esa época la programación era muy cuidada, las películas eran para toda la familia. Mi función era buscar las películas en el Coliseo, rebobinarlas, vender los boletos y acomodar a la gente en sus butacas. Luego, había que devolver los films. Realmente el cine tenía una función social y era un momento de encuentro con el vecindario”. La época gloriosa se extendió hasta mediados de la década del '80, cuando se cerró. Para ese entonces, la compañía ya había dejado de administrar el barrio.

Desde entonces, el cine quedó cerrado y el salón de 200 butacas fue utilizado para actos, reuniones y obras de teatro. Tras el retiro definitivo de la compañía en la década del '90, la Sociedad Cooperativa Popular Limitada (SCPL) se quedó con las instalaciones y, en octubre de 2014, tras largas gestiones, la Biblioteca Popular de Astra, integrada por Cristina Nieva (presidente), Cristina Farías (secretaria), Marta Hary (tesorera), Alex Ventimiglia (1º vocal) y Mariela Garolini (2º vocal), pudo obtener un comodato. En 2015 se logró la habilitación municipal.

TRABAJO SOSTENIDO 

Desde entonces, la Biblioteca trabaja para poner en valor el edificio y “desatomizar” las actividades culturales que muchas veces están concentradas en los teatros más importantes de la ciudad. Durante el gobierno de Martín Buzzi, la Biblioteca Popular de Astra firmó un convenio “invertir igualdad” por un monto de 1 millón de pesos. Percibieron dos cuotas de 500 mil pesos. Con ese dinero se restauró el tendido eléctrico del cine, se hicieron mejoras y reparaciones en el techo y fachada, colocación de calderas e instalación de calefacción central. Aún está pendiente la adaptación de los baños y pintura interior. Posteriormente, en el gobierno de Mario Das Neves, se percibió la tercera cuota del convenio.

Así se encuentra hoy en Cine Teatro de Astra
Así se encuentra hoy en Cine Teatro de Astra

El Cine de Astra fue declarado Patrimonio Histórico Cultural por Ordenanza Municipal. Se estima que en 2019 más de mil personas pasaron por el cine a presenciar alguna de las tantas obras teatrales, espectáculos musicales organizados por la comisión de la Biblioteca.

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