"No me siento bien en este momento", dijo el hijo de Alberto Fernández tras ser amenazado
Las palabras de Tani Fernández a la salida del juicio contra Alejandro Dagnino, de quien se comprobó que al momento de las amenazas tenía armas de fuego en su poder.
Este lunes, el hijo mayor de Alberto Fernández declaró ante la prensa a la salida de Tribunales y manifestó no estar pasando por un buen momento, tras asistir al juicio contra Alejandro Dagnino, quien en redes sociales lo amenazó en reiteradas oportunidades con que “lo iban a matar, a torturar, a despedazar”, además de insultos homofóbicos.
“Confié en la Justicia. Prefiero no decir nada. No estoy pasando un buen momento, no me siento bien en este momento”, sostuvo Tani a los medios, a quienes les agradeció por la cobertura del caso.
Alejandro Dagnino fue detenido por la Policía Federal durante un allanamiento en su casa de La Pampa. Según remarcó Juan Pablo Fioribello, abogado de Fernández, fue “un año amenazas de todo tipo, que lo iban a matar, a torturar, a despedazar, denigraciones en cuando a su condición sexual... Todo generó hostigamiento y miedo”.
En medio de la detención de Dagnino, “se secuestró también un arma de fuego, lo que nos alertó sobre una peligrosidad muy grande”, detalló el abogado.
“Cuando esta persona amenazó al hijo del Presidente tenía en su poder armas de fuego, conocimiento perfecto sobre cómo se manejaba, se trasladaba y se movía por todos lados”, enfatizó Fioribello.
En ese marco, agregó que “no nos sirve que esta persona cumpla una condena en prisión. Nos sirve que sea un ciudadano que se pueda reorganizar y se de cuenta que esto no se hace, que este tipo de conductas llevan al odio”.
Y aseguró, “el mensaje es para todas las personas que realizan este tipo de actividades de amenazar, amedrentar, hostigar, atacar a una persona por su condición sexual: este tipo de conductas en este país no pueden suceder nunca más, y la Justicia actúa firmemente”.
En tanto, reveló que ante la Jueza, el detenido “pidió disculpas, disculpas que no alcanzan porque el daño ya lo cometió. Bajó la cabeza, lloró y pidió disculpas”.