EL BOLSÓN - “A Santiago Maldonado lo vinieron a buscar al lugar donde no está. Tenemos miedo porque pueden plantar una prueba en cualquier comunidad, puede aparecer misteriosamente un cuerpo”, remarcó Rogelio Fermín, de la comunidad mapuche Vuelta del Río, donde el juez federal Guido Otranto ordenó dos allanamientos, en el marco del megaoperativo buscando rastros del joven desaparecido.

Junto a otros referentes, denunció los vejámenes a los que fueron sometidos por integrantes de la Policía Federal: “Actuaron de forma ilegal, los domicilios que buscaban no son de este paraje. El juez Otranto nunca apareció por acá, ni siquiera a pedir disculpas porque les colocaron precintos a personas inocentes y las tuvieron tiradas por horas en el piso con temperaturas bajo cero”.

“Llegaron a las 6 en un helicóptero, sorprendieron a la gente durmiendo y los tuvieron maniatados hasta las 13, sin permitirle siquiera tomar agua o ir al baño. Entraron por la fuerza buscando a Maldonado, revisaron y dieron vuelta las casas. Encima, a Juan Calfupan lo golpearon en la frente y el hombro y hasta hoy ningún médico lo vio”, agregó Silvio Huilinao, otro de los voceros.

A través de sus abogados, la comunidad Vuelta del Río presentó un habeas corpus, que fue rápidamente rechazado por el juez Otranto.

La comunidad mapuche Vuelta del Río está compuesta por 34 familias, dedicadas a la crianza de chivas, ovejas y algunos vacunos, y es lindera al Lof en Resistencia del Departamento Cushamen, escenario de acontecimientos donde Santiago Maldonado fue visto por última vez.

Fermín valoró además que “la persecución de las fuerzas policiales la venimos sufriendo desde hace tiempo. No podemos confiar en las llamadas telefónicas, siempre tenemos ruidos extraños. Con solo llegar a El Maitén ya comienzan a hostigarnos, a perseguirnos y vigilarnos donde estacionamos”.

De igual manera, varios de los integrantes de la comunidad ratificaron que “a Santiago Maldonado nunca lo conocimos, jamás apareció por acá. Lo que sabemos lo escuchamos por la radio”.

De las viviendas inspeccionadas las fuerzas federales “se llevaron los celulares y varios elementos” para ser peritados en Esquel.

“Si tuviera enfrente al juez Otranto le diría que se retire, que deje a otro que haga las cosas mejor”, subrayó a su turno Alberto Huilinao, quien fue reducido junto a sus hijos.

Alberto Huilinao fue maniatado junto a sus hijos durante varias horas en el patio de la vivienda.

Fuente: Río Negro

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