Ahorcó con un cable HDMI a un programador, lo tiró a la pileta y "pidió piedad" antes de recibir su condena
El agresor fue condenado a cadena perpetua por el homicidio de un hombre que se dedicaba a la informática.
El pasado 22 de junio de 2022, Mauricio Nahuel Fernández, de 31 años, mató a Federico Sáenz, de 41 años, en Boulogne, San Isidro. El delincuente ahorcó al programador con un cable HDMI y tiró el cuerpo a una pileta.
Fernández (31) fue sentenciado a la pena máxima del Código Penal como autor del crimen de Sáenz que tuvo como testigos a la novia de la víctima y a dos sobrinas, de 8 y 11 años.
El fallo fue dictado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de San Isidro, integrado por los jueces Alberto Ortolani, Gonzalo Aquino y Sebastián Hipólito Urquijo, al término de un juicio que se había iniciado el 30 de octubre pasado.
En los últimos día se llevó a cabo el juicio por el crimen y los jueces Alberto Ortolani, Gonzalo Aquino y Sebastián Hipólito Urquijo, lo condenaron a prisión perpetua. “Yo pido disculpas. Nunca quise matar a nadie, solamente entré a robar, les pido piedad, misericordia”, suplicó Mauricio Fernández.
“Tengo tres chiquitos, yo me desvivo por ellos. Toda mi vida trabajé. Yo desde chiquito, que nací, mi madre me quiso dar en opción y me crió un tío, un abuelo siempre, nunca tuve un techo digno. Si usted me daría una oportunidad, que me puedan acercar a un lugar más cerca como para que yo pueda estudiar, para que yo pueda tener una carrera”, mencionó el criminal en el juicio.
Por otro lado, en 2011 fue condenado por “robo agravado por el uso de arma blanca”. Sin embargo, la pena había vencido en 2016.
EL VIOLENTO HECHO
Todo ocurrió el 19 de junio pasado, a las 11.50, en una vivienda ubicada en la calle Aguado 1251 de Boulogne, partido de San Isidro, en el norte del Conurbano.
Todo comenzó cuando la novia de Sáenz (41), una médica llamada María Laura Martínez (45), lavaba el auto en el patio delantero de la casa y un único delincuente saltó la reja de la propiedad y la abordó con fines de asalto..
El malviviente agredió y amenazó a la mujer y logró quitarle las llaves de la casa, con las que entró a la propiedad y cerró la puerta, dejando a la víctima del lado de afuera.
El delincuente golpeó y redujo al programador, mientras que su pareja logró salir corriendo a la calle y le pidió al empleado de la garita de seguridad de la cuadra que llamara a la Policía.
Cuando la médica regresó al frente de su vivienda, pero sin poder ingresar, pudo observar por las ventanas que el ladrón había dejado a su novio atado y sentado en el jardín trasero y cuando siguió pidiendo auxilio, el sujeto apareció para pegarle una trompada en la cara.
La pareja no tenía hijos, pero sí estaban allí dos sobrinas de 8 y 11 años, a quienes, según lo que contaron luego las niñas, el acusado también amenazó y les dijo que se quedaran encerradas en su cuarto porque quería "robar una bicicleta".
Al lugar llegaron móviles de la Comisaría 3ra. de Boulogne y de la Patrulla Municipal de San Isidro, quienes guiados por la mujer lograron ingresar a la propiedad por una puerta trasera y allí se encontraron con Fernández en la cocina, quien tenía una cuchilla en la cintura.
El sospechoso fue reducido y detenido por los primeros efectivos y las dos menores de edad fueron rescatadas, pero Sáenz fue hallado muerto en el fondo de la pileta.