Atraparon al "Degollador de la Torre 4": mató a un docente en Comodoro y estaba prófugo desde el 2020
Se trata de Jorge Roberto Castillo, quien fue condenado a 19 años de prisión por el macabro crimen de Néstor Herrera, a quien degolló y apuñaló en distintas partes del cuerpo. Se había escapado en una de sus salidas transitorias. Lo detuvo la Policía Federal en Santa Cruz.
Jorge Roberto Castillo protagonizó uno de los crímenes más atroces en Comodoro Rivadavia. El cuerpo del docente Néstor Herrera fue encontrado el 2 de mayo de 2002 en su departamento de la Torre 4 en un cuadro nunca antes visto por la saña de su crimen .
Castillo, tras ser detenido días después del crimen en Caleta Olivia, fue condenado en 2003 a 19 años de prisión y tras su paso por la Unidad 6 de Rawson fue trasladado a la Unidad Penitenciaria 9 de Neuquén, donde se encontraba cumpliendo la condena.
Pero durante 2020, en plena pandemia de coronavirus, fue beneficiado con salidas transitorias pero en una de esas salidas no retornó al centro de detención y la justicia libró un pedido de captura en todo el país.
En las últimas horas fue recapturado en la ciudad de Caleta Olivia. Castillo tiene 46 años, nació en Esquel y fue detenido la tarde del miércoles en una zona de chacras por personal de la unidad operativa local de la Policía Federal Argentina (PFA), tras una investigación de meses para dar con su paradero.
UN CRIMEN ATROZ
El macabro crimen, según recuerdan las crónicas policiales de la época, conmocionó a la comunidad de Comodoro Rivadavia por la brutalidad.
Castillo seccionó el cuello del profesor con un cuchillo pero además le hizo una herida de 13 centímetros de largo. El profundo corte en la garganta seccionó la tráquea por encima del hueso hioides, los músculos y las arterias tiroideas superiores de ambos lados, según se estableció en la autopsia.
Tras degollarlo, le provocó heridas cortantes en el tercio superior del tórax sobre los huesos de la clavícula. Además, cortó a su víctima en la cara anterior del abdomen, en el flanco izquierdo, según recuerda El Patagónico.
Los investigadores confesaron que nunca en sus años de trabajo vieron el cuadro macabro que encontraron en esa habitación ese 2 de mayo de 2002.