Buscan también en Chile al joven santacruceño que desapareció hace diez días
Mauricio Herrera tiene 27 años, fue visto por última vez cuando fue a comprar a un kiosco y crece la preocupación. "Sólo Dios sabe dónde está", afirmó su papá. Cerca de 300 personas participan de los rastrillajes.
Mauricio Alejandro Herrera fue visto el sábado 25 de junio, alrededor de las 18:50, comprando en un kiosco en la localidad de Río Turbio donde residía. Desde ese momento no supieron nada más de él. A 10 días de su desaparición, continúan los rastrillajes en la vertiente de la localidad - donde algunos testimonios lo habrían visto - y en otros sectores alejados de la localidad santacruceña también pero sin novedades.
Son cerca de 300 las personas involucradas en los rastrillajes, que incluyeron ya a personal policial, gendarmes, un helicóptero del Ejército, canes de Río Gallegos y Punta Arenas y miembros de las divisiones de Investigaciones tanto de Santa Cruz como de Chile, según precisó La Opinión Austral.
Julio, su papá, reconoció que el paso de las horas sin novedades de su hijo son desesperantes. “No sé exactamente si hubo un chispazo o cortocircuito en su cabeza, no lo sabemos y no quiero pensar otra cosa hasta que lo encontremos”, dijo en diálogo con Radio Nacional Río Turbio.
Y contó que con las fuerzas de seguridad de Chile recorrió varios lugares en Punta Natales, a 43 minutos de la localidad santacruceña, buscando a su hijo pero sin novedades.
El hombre indicó que el celular de su hijo se encuentra apagado y que la esperanza es que lo encienda: “Me basta con que encienda su teléfono y lo vamos a buscar hasta donde esté”.
Hasta el momento relató que "todo el esfuerzo que se hizo fue barrer la periferia por las dudas y ahora se centra en la población, sólo Dios sabe dónde está, pero si alguien sabe, que nos avise. Estoy rogando que encienda el teléfono, estamos conectados con un SOS a nivel satelital, si lo prende, yo lo localizo”, manifestó.
Finalmente le habló directamente a Mauricio: “Hijo, si tenés un segundo de lucidez y podés escucharme y te enteraste de todo el movimiento que se armó y tenés miedo o vergüenza... no la tengas, expresate por favor que te vamos a encontrar y traer a la casa, o vos mismo si podés, Dios quiera que así sea, espero que des una señal de vida para que nosotros te podamos socorrer”.