Pasaron más de 2 meses de la desaparición de Luciana Muñoz, ocurrida el 13 de julio y denunciada tres días después, la justicia de Neuquén confirmó la prisión domiciliaria para su ex novio, Maximiliano Avilés. El joven está acusado de falso testimonio y entorpecimiento de la investigación, en un caso que ha generado gran preocupación en la comunidad.
La decisión de la fiscalía de avanzar con la acusación contra Avilés se basó en la comprobación de dos mentiras que el joven habría dicho durante la investigación. En primer lugar, Avilés afirmó que su relación con Luciana estaba vigente y que estaban tratando de formalizarla. Sin embargo, las investigaciones revelaron que la relación había terminado un mes y medio antes de la desaparición de la joven.
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En segundo lugar, testimonios de amigos de la pareja indicaron que el día de la desaparición, Luciana y Avilés estuvieron juntos, discutieron y él la llevó hasta su casa. Estos nuevos datos fueron clave para que la fiscalía lo acusara de falso testimonio.
El fiscal del caso, Andrés Azar, junto con la asistente letrada Carolina Gutiérrez, solicitó que Avilés fuera sometido a cuatro meses de prisión preventiva. Argumentaron que, si el acusado permaneciera en libertad, existiría un alto riesgo de que continuara entorpeciendo la investigación.
Azar subrayó la gravedad del caso, destacando las acciones intensivas realizadas durante la búsqueda de Luciana: "Se rastrillaron más de 1000 hectáreas, se analizaron 800 horas de video y se realizaron 15 allanamientos". Además, el fiscal argumentó que, dadas las características del hecho y las condiciones personales del imputado, la fiscalía buscará una pena de prisión efectiva para Avilés.