Caso inspectores: “me picanearon y me dijeron que iba a ser boleta”
Una de las víctimas aseguró que los inspectores tenían "olor a alcohol" y que lo amenazaron de muerte
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - Los dos hombres que fueron objeto de violentos asaltos por parte de empleados municipales, que finalmente fueron separados de sus cargos, contaron la odisea que les tocó vivir este jueves. La víctima a la que llevaron al cajero aseguro que tenían “mucho olor a alcohol” y relató: “me picanearon y me amenazaron de muerte si no aparecían 10 mil pesos. Ahí me pidió que fuéramos al cajero. Y si no íbamos te hacemos boleta, me dijeron”, explicó.
Uno de los automovilistas robados relató que salió de trabajar a las 4 AM y lo pararon dos individuos uniformados, que se hicieron pasar por personal de la Brigada de Investigaciones de la Policía, pidiéndole documentación que luego le arrojaron dentro del automóvil, para luego pedirle dinero bajo amenaza de “hacerlo mierda”, llevándose su sueldo completo.
“No me dejaron bajarme. El morocho más alto me amenazaba y el otro me golpeaba el auto con una vara. Me cruzaron el auto y me dijeron que el mío tenía pedido de captura, se hacían los que hablaban por radio. Me pidieron que no llame ni haga denuncia porque si no me iban a pegar”, dijo
El hombre dudó de la situación cuando le pidieron los datos del auto y no alcanzó a ver si estaban armados. Dijo en diálogo con FM La Petrolera que se encontraban a cara descubierta. “Dejé a mi compañera, el auto me había seguido y me siguieron, me pararon justo frente a un pasaje oscuro”, detalló.
Luego de eso, se fue a la casa de su madre, pero asustado por amenazas no quiso denunciar, algo a lo que su madre se negó. Al hombre no le tomaron la denuncia en la seccional Quinta y debió ir a la Tercera. “Cuando estaba haciendo la denuncia llegó el segundo chico al que le pasó esto y al ratito cayeron los chabones”, contó en alusión a los inspectores.
La otra víctima fue abordada cerca de las seis de la mañana y manifestó que “la situación fue bastante traumática. Me interceptaron cuando me iba al trabajo. Se acercaron a la ventana de la camioneta y se me presentaron como personal de la Brigada como a la otra víctima, con uniforme”.
CON UNA PICANA
Hizo unos metros en contramano por una colectora para llegar a su trabajo y se le cruzaron repentinamente. Creyó que era un asalto aunque se tranquilizó parcialmente al verlos con la vestimenta de inspectores. “Se me pusieron en la ventanilla y me encendían la picana cerca de la cara, en la oreja. También tenían bastones sensibles con los que me golpeaban el vehículo, se quedaron con mi documentación, carnet de conducir y cédula verde. Se sentía mucho olor a alcohol”, aseguró. El más alto me decía que iba a perder mi trabajo y que iba a tener que ir a acomodar papel higiénico a La Anónima para poder seguir trabajando y que me iba a retener la documentación por unos días para que pierda el trabajo. Después de eso comenzó a decir como arreglábamos esto. Me picanearon y me amenazaron de muerte si no aparecían 10 mil pesos. Ahí me pidió que fuéramos al cajero. Y si no íbamos te hacemos boleta me dijeron”, explicó en detalle.
Agregó que “la captura se dio gracias a unas personas que hicieron la denuncia. Fueron los que ayudaron e hicieron la denuncia cuando me vieron, los crucé ingresando al cajero y les comenté lo que pasaba, la situación. Se fueron y dieron aviso a la policía. Me quedé en el cajero retirando la plata. Les di los 10 mil pesos, le dije que las cuente y me devolvió el documento y me dijo que desapareciera porque si me volvía a ver, me limpiaba”.
“Después que se fueron, agarraron por el camino de ripio hacia el lado del mar y ahí nomás me crucé un patrullero. Fue increíblemente rápido el accionar de la policía, en 4 o 5 minutos. Actuaron instantáneamente. Lo primero que me preocupó fue el tema del trabajo, avisando a mis superiores en la empresa que no iba a poder asistir”, concluyó la víctima.