Condenaron a las maestras maltratadoras del jardín Tribilín
La directora, dos docentes y dos auxiliares ya están detenidas y hoy les leyeron la sentencia.
CAPITAL FEDERAL - Este lunes se conoció la pena para la directora, las maestras y las auxiliares condenadas por "abandono de persona agravado, amenazas y lesiones" contra al menos a 40 nenes en el jardín de infantes Tribilín de San Isidro, en 2013. Las cinco docentes recibieron condenas que van de los 4 años y 6 meses de prisión a los 7 años y 6 meses.
Las docentes ya habían sido condenadas y estaban detenidas, pero este lunes a partir de las 11 se leyó la sentencia en el Tribunal de San Isidro. Minutos antes, el abogado de la directora, Adrián Murcho, había dicho a Clarín que la pena podía ser "de 3 a 12 años" de prisión.
La fiscalía había pedido 10 años de cárcel para todas por igual, la pena máxima en este tipo de delitos, y la querella pidió 12 años, porque agregó el delito de "amenaza" para tres de ellas.
La medida recae sobre Noemí Nuñez, Mariana Buchniv, Yanina Gogonza, Noelia Gallardo y Vanina Diap, respectivamente la directora, dos docentes y dos auxiliares. Las cinco mujeres fueron detenidas tras la condena que les dictó el Tribunal Oral N°4, el 18 de octubre, por un posible peligro de fuga. A lo largo de las siete audiencias, más de 80 testigos aportaron datos a la causa.
Las docentes fueron condenadas por unanimidad. Según los jueces, se comprobaron maltratos que les dejaron a los chicos secuelas psíquicas y de aprendizaje, y las maestras colocaron en riesgo la salud física y psíquica de sus alumnos.
La mayor pena recayó sobre la directora, Noemí Núñez, condenada a 7 años y 6 meses de prisión. Su socia, Mariana Buchniv, recibió 5 años y 6 meses de prisión. La auxiliar, Yanina Gogonza, a quien en un audio se escuchó decirles fuertes frases a los chicos, también recibió una de las condenas más elevadas: siete años. En tanto, la docente Noelía Gallardo fue sentenciada a 6 años y 3 meses de prisión y la otra auxiliar, Gisela Diap, a 4 años y 6 meses de prisión. En todos los casos, fueron además inhabilitadas por 10 años para todo tipo de actividad relacionada con niños.
"Estamos muy ansiosos, queremos que esto cierre de una vez por todas, fueron seis años inimaginables. Queremos la máxima pena", había dicho a TN Valeria, una de las mamás demandantes, en la puerta del Tribunal antes de la lectura de la sentencia.
"Los nenes están saliendo adelante, bastante contenidos", agregó la mujer. "Mi hija ahora tiene 6 años. Está muy contenida por la familia. Al día de la fecha no quiere bañarse en la ducha, solo en la bañera. No quiere agua en la cabeza", contó Sandra, otra mamá denunciante. "Queremos una condena firme, que vayan todas presas", continuó.
El episodio se conoció en el verano del 2013, cuando el papá de una nena que no quería ir a la escuela le puso un grabador en la mochila y registró lo que sucedía entre las paredes del establecimiento de O’Higgins 591, en Beccar.
Las más de cinco horas de grabación que se dieron a conocer dejan al descubierto el maltrato que recibían los chicos y los castigos a los que eran sometidos.
“¿Podés sacar el cuaderno en vez de ponerte a boludear? Dejá de gritar, callate. ¿Querés ir a la pileta?” se escucha, siempre con llantos de fondo, en un audio en el que se hace referencia a “la pileta”, uno de los castigos que les imponían a los niños.
Hay otros diálogos en los que los asustan con las consecuencias de contarles a sus papás lo que les hacían: “Callate, callate. Guay que vayas a decir cualquier huevada a tu casa. ¿Escuchaste?”.
Durante la hora de la comida, los chicos también vivían un infierno. “Comé vos. Abrí la boquita. Guay que vomites”, le gritan a una nena. “Decime por qué vomitaste. ¿Por qué vomitaste, pendeja de mierda? Por tu bien que hayas tragado, mogólica”. “¿Estás loca, nena? Tragate lo que te puse en la boca porque vos ya me cansaste”.
Según las defensas de las docentes, la condena es desmedida y no hubo pruebas de maltratos físicos. Según había asegurado Murcho, defensor de la directora, a mediados de octubre, cuando se conoció que la mujer había sido condenada a mediados de octubre, la condena fue por "grave daño en la salud psicológica", pero "los peritos psicológicos dijeron que los daños no los tienen hoy, que podrían surgir a futuro". "Están basando la condena en algo que no pasó, que puede llegar a pasar", había afirmado.