COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) – A 20 años del doble crimen de las mochileras -ocurrido cerca de Bahía Blanca y que tuvo como víctima a una joven oriunda de Comodoro- el condenado por el crimen está libre y admite visitar Comodoro por razones laborales. Eduardo Fermín Eliçabe fue condenado por el asesinato de María Dolores Sánchez, cuya familia vivía en esta ciudad, y de su amiga Irina Montoya. Ambas, según se reconstruyó en aquella época, hacían dedo en la ruta y las levantó Eliçabe en su vehículo. A una de ellas la violó y luego mató a ambas dejando sus cuerpos a 40 kilómetros de Bahía Blanca. El asesino quedó libre con el beneficio del dos por uno a fines de 2010 y, tras cumplirse 20 años del doble crimen, fue contactado por el diario La Nueva de Bahía Blanca y admitió visitar Comodoro y Ushuaia por trabajo. 

Tras salir en libertad a fines de 2010, luego de beneficiarse con el “dos por uno”, el condenado por el doble crimen de las mochileras que conmocionó a esta ciudad, Eduardo Fermín Eliçabe, fue a vivir al casco viejo del campo familiar, en Coronel Dorrego, en donde vivían su madre y su hermana, quien regentea un emprendimiento de hospedaje rural.

Un año y medio después se fue de la estancia y notificó a la justicia su traslado. El 19 de junio de 2012 confirmó que se iba a vivir a Mar del Plata y fijó domicilio en la calle Dorrego al 2400.

Allí realizó cursos en Prefectura Naval para convertirse en marino mercante. Trabaja desde hace cuatro años en una pesquera y vive gran parte de sus días mar adentro, como marinero de cubierta, según informó diario La Nueva.

Crimen de las mochileras: el condenado, libre y de paso por Comodoro

Diario “La Nueva” lo contactó pero no quiso hacer declaraciones y sólo insistió con que era inocente remarcando que la causa judicial “quedó en Estados Unidos y la está evaluando la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”.

Contó que ya no vive en Mar del Plata y que por razones laborales se trasladó a Comodoro Rivadavia, la ciudad a la que querían llegar las mochileras asesinadas, en donde vivía una de ellas, María Dolores Sánchez, y su familia.

La mayoría del tiempo la paso en Comodoro y en Ushuaia”, dijo Eliçabe y detalló: “Vengo un fin de semana o unos días y me voy de vuelta para el sur”.

Sobre el caso, y al cumplirse 20 años del homicidio, sólo se limitó a decir: “ya pasó, listo”.

Estoy perfecto, sin problemas y tranquilo”, aseguró y añadió que mantiene contacto con su familia de origen, con sus hijos y sus amigos.

El caso conmocionó a Comodoro, de donde era una de las jóvenes asesinadas y en donde permanecía parte de su familia, a la que pensaba visitar ese febrero trágico. 

Hasta que fue detenido por el doble homicidio, tenía una vida normal. Se había casado con Adriana Gómez y tenía una hija de 13 años. Según los vecinos, era un hombre de hablar poco y despacio, que había sido policía a principios de los '80. Por eso, su detención conmocionó a todos.

En ese entonces, su mujer estaba embarazada de 8 meses y decidió separarse. De hecho, tuvo a su segundo hijo, Josuá Gómez (lleva su apellido), el mismo día que su exmarido entraba en la cárcel de Villa Floresta. El joven hoy está por cumplir los 20 años.

Durante parte de su condena, el homicida volvió a ponerse en pareja con una periodista de San Martín de Los Andes, Claudia Scuffi, a la que conoció en el penal. Con la mujer mantuvo una relación durante al menos 8 años, según consta en el legajo de Ejecución que le concedió a fines de 2010 la libertad condicional, detalló el diario bahiense.

Allí también figura un informe psicológico que destacaba algunos aspectos positivos para su reinserción, aunque marcaba algunos indicadores de "pobreza emocional" en el comportamiento.

El hombre condenado a reclusión perpetua por el doble crimen de las mochileras siempre manifestó ser inocente y salió en libertad condicional el último día de 2010. Así lo resolvió el juez de Ejecución Penal de la cárcel de Bahía Blanca luego de recibir pormenorizados informes del Servicio Penitenciario Bonaerense y del Patronato de Liberados, todos favorables en cuanto a su reinserción.

EL CASO

Irina Montoya y María Dolores Sánchez vivían en Rosario y a mediados de febrero de 1998 salieron de vacaciones de mochileras con rumbo a Comodoro para visitar a parientes.

Llegaron a dedo hasta la localidad bonaerense de Guaminí, en donde se contactaron con Eduardo Eliçabe, quien custodiaba camiones, a quien le pidieron que las acercara en su auto a Bahía Blanca.

Pese a que Eliçabe declaró en el juicio que las jóvenes se bajaron en Pigüé en perfectas condiciones, se demostró que entre las 4.30 y las 6.30 del 18 de febrero el hombre violó a una de ellas y luego, para ocultar el hecho, las asesinó a ambas a balazos para dejarlas tiradas luego en un camino rural cerca de Bahía.

Una de las jóvenes falleció en el acto y la otra en el hospital.

Crimen de las mochileras: el condenado, libre y de paso por Comodoro

El sospechoso fue capturado dos días después en su casa de Bahía Blanca, en donde la Policía halló la cámara de una de las víctimas, entre otros objetos.

Finalmente, el 31 de marzo fue condenado a reclusión perpetua con la accesoria de reclusión por tiempo indeterminado al ser hallado culpable de homicidio doblemente agravado por alevosía y para ocultar otro delito: la violación.

Tras 13 años preso, en 2010 abandonó el penal de Bahía Blanca con régimen condicional tras beneficiarse con la ley del “dos por uno”.

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