Dolor en la Patagonia por la muerte de un querido y reconocido folclorista
El reconocido músico y bailarín dejó una huella imborrable en la cultura del Alto Valle.
La comunidad cultural del Alto Valle está de luto por la partida de Pablo Daniel Ñancucheo, el folclorista cipoleño que dedicó su vida a exaltar las raíces argentinas. Su música, sus danzas y su compromiso con la tradición lo posicionaron como un ícono regional, cuya ausencia deja un profundo vacío.
Desde el área de Cultura de Cipolletti despidieron al artista con sentidas palabras: “Con profundo pesar despedimos a Pablo Daniel Ñancucheo, cipoleño, bailarín, músico y un gran folclorista que dejó huella en cada escenario que pisó. Su talento y pasión por nuestras raíces quedarán grabados en la memoria de quienes lo conocieron”.
El arte como forma de vida
Ñancucheo no solo fue un talentoso músico y bailarín, sino también un incansable defensor de la cultura tradicional. Desde joven, cultivó un amor profundo por el folclore, que lo llevó a representar al Alto Valle en numerosos eventos y festivales. Su energía en los escenarios y su capacidad para conectarse con el público lo convirtieron en un referente inspirador para las nuevas generaciones.
Vecinos, instituciones y amigos inundaron las redes sociales con mensajes de despedida, destacando su calidez humana y su compromiso con el arte.
Un último adiós lleno de amor y respeto
Sus restos fueron velados en Cueto, Miguel Muñoz 550, donde amigos, familiares y admiradores se acercaron para rendirle homenaje.
El impacto de su partida es profundo, pero su legado continuará vivo en cada acorde, en cada zapateo y en cada corazón que tarde al ritmo del folclore argentino.