El concurso de Toquier a Oil y las investigaciones en Chubut
Los coletazos de las investigaciones que sacuden al universo kirchnerista tuvieron claras repercusiones en Comodoro.
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR / Por Raúl Figueroa) - Las investigaciones judiciales que sacuden al universo kirchnerista tuvieron en los últimos días claros coletazos en la provincia de Chubut y, en particular, en Comodoro Rivadavia. La denuncia promovida por la AFIP para investigar la conducta de un juez acusado de haber pretendido favorecer al empresario Cristóbal López en el marco del concurso de acreedores de la firma Oil Combustibles se suma al enclenque debate que en Legislatura pretendió echar la mirada a los proyectos de obras públicas que Lázaro Báez usufructuó en Chubut, lo que fue rápidamente obturado por los bloques del FPV y Chusoto, bajo la acusación de “oportunismo político”.
La denuncia contra el juez de Ejecución Gustavo Toquier, ingresada en el Consejo de la Magistratura, pretende que se investigue si el magistrado incurrió en mal desempeño de sus funciones, o en desconocimiento del derecho, al haber rechazado –con argumentos tildados como “exceso de formalismo” por parte de sus pares capitalinos- el envío del expediente del concurso de acreedores de la firma Oil Combustibles para su tramitación en el Juzgado Comercial número 4 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Ese reclamo tiene sustento en el requerimiento de dicho Juzgado porque la firma en cuestión está radicada en aquella ciudad desde su constitución formal, en enero de 2010, mientras que el trámite de cambio de domicilio a Comodoro Rivadavia, iniciado en marzo de 2016, no está formalmente concluido.
Esto se desprende del dictamen de la Procuración General de la provincia de Chubut, que en fecha 21 de junio último determinó que “el Sr. Juez de Primera Instancia de Ejecución N° 1 de la circunscripción de Comodoro Rivadavia, deberá hacer lugar a las solicitudes de inhibitoria y declinatoria planteadas y remitir las actuaciones al juez que previno, esto es al Sr. Juez de Primera Instancia en lo Comercial N° 4 de la CABA”.
La investigación de la AFIP, vale recordar, se origina en la denuncia contra el Grupo Indalo –al cual pertenece Oil Combustibles SA- por insolvencia fiscal fraudulenta por ante el juez federal contencioso administrativo con sede en ciudad autónoma de Buenos Aires. El origen es la investigación por falta de pago del impuesto de transferencia a los combustibles, por lo que se le reclama a la empresa en cuestión una deuda de casi 8.000 millones de pesos.
“No es llamativo la presentación de empresas con este tipo de deudas en concurso de acreedores –le dijo una fuente judicial a esta columna-. Por este mecanismo se evita el pago de intereses y se puede acceder al financiamiento de la deuda, es una práctica habitual en el sector empresario en épocas de crisis”.
LA PISTA DE LÁZARO EN CHUBUT
Por otra parte, la investigación que involucra a Lázaro Báez ya había tenido impactos con anterioridad en Comodoro. Los allanamientos para establecer el valor de sus bienes en esta ciudad ya habían dictaminado un inventario que asciende a alrededor de 800 millones de pesos. Entre dichas propiedades, se cuenta la petrolera Epsur, que el viernes último apareció entre las firmas que giraban dinero -5 millones de dólares, más otros 20 a través de Austral Construcciones- a través de la fundación fantasma de los hijos de Lázaro hacia Suiza, para luego reingresar al país a través de la venta de bonos y la posterior inversión en inmbuebles en el sur, según precisaron en las últimas horas el juez Casanello y el fiscal Marijuán.
El jueves, el bloque de Cambiemos en Legislatura intentó impulsar un pedido de informes para que Vialidad Nacional brinde un detalle de las obras que se le adjudicaron a Lázaro en Chubut, lo que fue rechazado por los bloques justicialistas, bajo el argumento de “oportunismo político”. Es cierto que basta con hacer una prolija lectura de archivos periodísticos para acceder a ese detalle y ver cómo se basaban manos que hoy se desconocen; pero los argumentos esgrimidos (resumibles en la lógica subyacente: “ustedes también robaron”) muestran lo lejos que se está de un debate institucional serio para construir algo diferente de lo hasta aquí conocido.
Hace casi 90 años, el pensador italiano Antonio Gramsci definió el concepto de “proyecto hegemónico” según el cual una sociedad es parte activa, desde su soporte cultural, desde sus propias experiencias históricas, de lo que ocurre en la estructura política y económica. Si ciertas prácticas se naturalizan arriba, es porque desde abajo se está dando por normal y habitual el caminar por fuera de las normas. Hay una extensa e inconducente discusión, en los popularizados grupos de “WhatsApp”, en torno a si el ejemplo debe venir de arriba o desde abajo.
En todo caso, seguro, la solución no aparece mirando para otro lado.
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