El violador de su hija saldría libre y tiene temor por su vida
El hombre está detenido desde el 2015, acusado de violar a la hija de su ex pareja. Si las pericias psicológicas le dan positivas, será beneficiado con semilibertad, y trabajará a cuadras de la casa de la víctima.
RÍO GALLEGOS (ADNSUR) - Una mujer manifestó su preocupación y angustia, luego de que desde el Juzgado del Menor, le informaran que el violador de su hija está pronto a salir en libertad, ya que cumplió más de la mitad de la condena que la Cámara Oral le impuso.
El hombre, de apellido Porcel, tiene 40 años, al momento de ser detenido era taxista. Fue encontrado penalmente responsable del delito de “abuso sexual agravado por el acceso carnal, por resultar un grave daño mental de la víctima, por ser encargado de la guarda y por la convivencia preexistente” entre él y la menor.
La víctima es una nena que, al momento de la violación tenía 9 años. En 2015, vivía con su padre y, los fines de semanas, iba a visitar a su mamá. Cuando la madre no veía, su pareja abusaba sexualmente de la niña.
El juicio se llevó a cabo en el 2016, allí Porcel fue condenado sólo a ocho años de prisión. Recibió la mínima ya que no contaba con antecedentes penales. Hace un tiempo, Porcel había pedido la semilibertad y salidas transitorias, ya que cumplió más de la mitad de la pena. La primera vez se la denegaron y la segunda se está revisando.
Este lunes, el Juzgado del Menor llamó a la víctima y a su madre para comentarles que, posiblemente, en los próximos días, Porcel vuelva a Río Gallegos.
La madre de la víctima está preocupada porque el trabajo del sentenciado queda a cuatro cuadras de la casa de la nena. “Yo temo por la vida de mi hija, porque es una bomba a punto de explotar, aunque tenga tratamiento psicológico, ella tiene ataques de ansiedad y pánico”, aseguró Vanesa.
Por otro lado, Vanesa tiene miedo que Porcel les haga algo a ella y a sus otras hijas. Si bien tiene una orden de restricción para no acercarse a la víctima, esta misma no aplica para con Vanesa, ni las otras nenas, que son sus hijas biológicas. “Me dijeron que tengo que conseguir un abogado para pedirlo, yo lo único que quiero es que no lo dejen salir o que lo dejen salir, pero en Puerto Santa Cruz, no acá a cuatro cuadras de la casa de mi hija”, expresó a La Opinión Austral.