Entró a comprar a una farmacia, su perro la esperaba afuera y se lo robaron: quedó registrado en las cámaras
La mujer había dejado al cachorro de seis meses atado en un sector para perros. Las cámaras de seguridad registraron el momento en el que dos delincuentes toman al bulldog francés y se retiran del lugar.
En un triste episodio de inseguridad, una mujer denunció el robo de su perro mientras compraba en una farmacia. Se trata de un bulldog francés de seis meses que estaba atado en un sector para mascotas, mientras su dueña se encontraba en la fila del comercio para pagar.
Ocurrió en el barrio porteño de Almagro. En diálogo con la prensa, María José, la dueña de “Moro”, recordó que lo dejó atado en un espacio reservado para perros. A los pocos minutos, a través de las cámaras de seguridad quedaron registrados dos delincuentes mientras se lo llevaban.
“MORO ES UNO MÁS DE LA FAMILIA”
En relacion al robo, María José señaló que “uno de ellos, el que usaba una remera blanca, ya me estaba mirando desde antes”, mencionó la mujer. Y agregó: “Todo pasó en un instante. En cuanto agarré el medicamento y me dirigí a la caja, ‘Moro’ ya no estaba más”.
El ihecho se dio cerca de las 14 horas del último sábado. Además, indicó que era “la primera vez” que dejaba al perro atado unos segundos para poder hacer compras.
“Lo único que pido es que me lo devuelvan. Doy recompensa. ‘Moro’ es uno más de la familia y lo queremos de vuelta”, suplicó, entre lágrimas, la propietaria del cachorro.
“PIDEN CERCA DE UN MILLÓN DE PESOS POR PERROS DE ESTA RAZA”
María José detalló también que a través de las cámaras de seguridad de la zona pudo ver que, luego de haberse llevado a “Moro”, los dos ladrones ingresaron por la boca del subte y salieron en Acoyte y Rivadavia. “Ahí ya se les perdió el rastro”, lamentó.
El temor de la mujer es que el perro, debido a su elevado valor, sea vendido y ya no pueda recuperarlo. “En sitios de compra y venta piden entre 700 mil y un millón de pesos por bulldogs franceses”, detalló, y dijo además que varios oportunistas quisieron aprovechar su desesperación: “Hubo quienes se comunicaron y me pidieron transferencias de dinero, pero nada certero”.