Escándalo en el fútbol: el detenido habría intentado atropellar siete veces a uno de los apuñalados

Este martes se conocieron  loss detalles de la audiencia que se concretó en los tribunales de Trelew en la que un hombre acusado de haber apuñalado a dos hinchas en un partido de fútbol barrial, quedó detenido con tres meses de prisión preventiva.

Según la hipótesis fiscal, los incidentes en las canchas “Marquitos”, comenzaron a a las 18:15 horas cuando el único detenido, que se encontraba en compañía de un familiar, apareció en el predio ubicado en Oris de Roa y Centenario para ver el partido.

Según la acusación, este hombre se bajó del auto con un arma blanca, le dio una trompada a la víctima, la derribó al suelo, se le tiró encima y le aplicó varios puntazos en el rostro, cuello, espalda, axilas, piernas y brazos. 

En medio del escándalo, según la Fiscalía, el imputado intentó escapar en el auto cuando una persona le arrojó un botellazo que impactó en el vehículo, y fue entonces cuando el agresor “intentó atropellar en no menos de siete oportunidades (al apuñalado)”.

Al parecer, según los testigos, en uno de esos intentos embistió al apuñalado con el auto -estaba tirado en el piso- y “lo hizo volar por el aire”, dijo el fiscal del caso.

En ese momento, según la acusación, el imputado se bajó del auto y corrió a la víctima, la alcanzó y “volvió a darle puntazos, esta vez en el cuello”. 

Luego, apareció en la escena un amigo de la víctima, que fue a separarlos, y el agresor también le clavó una puñalada en el abdomen.

La Policía detuvo al agresor en la calle 25 de Mayo cuando intentaba darse a la fuga en su vehículo para refugiarse en su domicilio.

LA VERSIÓN DEL ACUSADO

Por su parte, el único detenido dio una versión completamente opuesta de los hechos de violencia ocurridos el sábado. Dijo que el relato del fiscal parece “una película”. Esgrimió que él fue atacado y lo único que hizo fue defender a su hijo.

Según el imputado, los hinchas primero lo insultaron a él y luego le cortaron la mano a su hijo, motivo por el cual tomó un cuchillo y trató de separar a la muchedumbre que lo rodeaba, recibiendo ladrillazos y golpes en el rostro.

Por úlitimo, el detenido, que deberá pasar tres meses en la cárcel, negó que lo haya perseguido la Policía y aseguró que los mismos espectadores lo persiguieron en sus vehículos.