Homicidio en Laprida: Al petrolero lo habrían matado con su propia hacha
Para los investigadores, es llamativo que la víctima sufrió dos violentos robos en sólo dos meses.
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - Los peritos intentan determinar si la sangre encontrada en el hacha de mano que fue secuestrada en la vivienda del trabajador petrolero Cristian Rivera pertenecía a éste. Para los investigadores es muy llamativo que la víctima sufrió dos violentos robos en sólo dos meses, en un sector en donde estos hechos no son comunes.
El trabajador petrolero y su familia habían sido víctimas de una violenta entradera en su casa de la calle Alaska al 300 del barrio Laprida, en febrero pasado. En esa oportunidad, los tres delincuentes armados lo redujeron y a su familia a punta de pistola y se llevaron algo más de 60.000 pesos, dinero que tenían guardado tras la venta de un cuatriciclo.
Según detalló Crónica, la cámara de seguridad más próxima está a una cuadra y media de la casa de la víctima y sólo toma la calle. La casa de Rivera no tiene cámaras y no hay imágenes cercanas en las que se pueda identificar a los delincuentes.
ATACADO CON UN HACHA
A los investigadores les llama la atención la forma en la que se produjo el homicidio y la saña con la que fue atacado Rivera. Si bien en un primer momento se pensó en un robo, porque la planta alta estaba revuelta, quienes entraron a la casa dijeron que la forma en que todo fue revuelto “era extraña. La ropa estaba bastante ordenada, como si hubieran querido disimular un robo”.
La agresividad del ataque también es muy llamativa.
Fuentes cercanas a la investigación le confirmaron a Crónica que la policía secuestró en la casa de la víctima un hacha que podría ser el elemento con el que lo golpearon en la cabeza. La herramienta presenta algunas manchas presuntamente hemáticas, pero las pericias aún no determinaron si son de sangre y si coinciden con la víctima.
SIN CONFLICTOS CON VECINOS
Rivera era un encargado de turno en la empresa petrolera AESA, contratista de YPF y era una persona muy querida en su círculo. No tenía conflictos con vecinos ni personas cercanas, ni en su trabajo.
A su vez, se presume que no manejaba grandes sumas de dinero, más allá de las sumas comunes que manejan en el sector petrolero.
Los investigadores no descartan ninguna hipótesis y por el momento no hay novedades de los sospechosos del crimen.