Inmersos en el dolor, los papás de Santino le dieron el último adiós en Salta
María, la mamá del pequeño asesinado brutalmente en Puerto Deseado, se descompensó durante la misa de despedida. Cientos de personas, entre vecinos y familiares, concurrieron a la inhumación de los restos del nene de 4 años.
SALTA (ADNSUR) – Se vivieron momentos de dolor en la despedida de los restos de Santino, el nene de 4 años asesinado en Puerto Deseado en una playa por dos hombres, que lo mataron luego de haber violado y golpeado a su mamá.
El miércoles por la mañana, los restos de Santino llegaron a Salta, y pasado el mediodía se llevó a cabo la misa en la iglesia Nuestra Señora del Rosario, y su familia decisión no realizar velorio.
A la inhumación de los restos del nene asistieron centenares de personas, entre ellas amigos y vecinos. El féretro fue recibido con aplausos por cientos de vecinos que estaban en la plaza principal del pueblo.
Durante la celebración religiosa, María, que fue violada durante el mismo ataque el jueves 20 de febrero, estuvo visiblemente consternada, aun con los signos de la brutal agresión, y sufrió una descompensación, por lo que fue trasladada a la casa parroquial, donde la asistieron.
El sacerdote José Jiménez, quien ofició una misa, pidió a la población acompañar a la familia y se preguntó, ante "la partida tan prematura e inesperada, dolorosa y trágica, qué palabra decir de consuelo para iluminar esta circunstancia". Y señaló que un hecho tan trágico parece "sin sentido" ante "los ojos humanos" y agregó: "Parece que nos acercamos a un abismo infinito oscuro en el que no hay respuesta. Una vida que recién comenzaba, de golpe truncada".
Luego de la misa, de la que participaron los padres del niño, el intendente de Rosario de la Frontera, Gustavo Solís, legisladores, funcionarios, familiares y vecinos, se formó una larga fila de personas que fueron saludando el féretro.
Al salir de la iglesia, los restos del niño fueron trasladados al cementerio de Choromoro, una localidad tucumana ubicada a unos 82 kilómetros de Rosario de la Frontera, en el límite con Salta, para darle sepultura, indicó Télam.
Una caravana encabezada por el camión de bomberos del pueblo participó del cortejo y los restos fueron despedidos con un fuerte aplauso de cientos de personas que se apostaron en la plaza de Rosario de la Frontera.
En tanto, móviles y agentes de Gendarmería Nacional y la Policía de Salta acompañaron el féretro, junto a familiares y amigos.