Investigarán a Rivarola por el caso del forense que siguió haciendo pericias a menores a pesar de ser investigado por pornografía
Una mujer denunció al fiscal de Rawson ante el Consejo de la Magistratura porque dio aviso al Poder Judicial de manera tardía, lo que permitió a un médico investigado por consumir pornografía infantil, realizar al menos 6 pericias a chicos que eran víctimas de abuso sexual.
Una de las denuncias que será investigada por el Consejo de la Magistratura contra el fiscal de Rawson, Fernando Rivarola, salió a la luz en noviembre pasado, en una publicación realizada por ADNSUR en noviembre pasado. Está vinculada al escándalo en torno un médico forense del Poder Judicial de Trelew, denunciado por una organización internacional dedicada a la lucha contra la trata, quien a pesar de estar siendo investigado por consumo de pornografía infantil, siguió haciendo pericias sexuales a menores durante cinco meses.
Tal como informó esta agencia en aquel entonces, lo que se cuestiona es que, a pesar de que se emitió una alerta internacional el 2 de abril y se dio aviso a la fiscalía chubutense en el mes de mayo, un médico forense imputado por consumir material de una red de pornografía infantil recién fue apartado de su cargo en el mes de octubre, y durante todo ese tiempo continuó con su trabajo que incluyó pericias en el cuerpo de menores que eran víctimas de denuncias de abuso sexual.
Lo escandaloso de la situación es que, en esos cinco meses, el médico J.O.J., de 70 años, realizó un total de 270 pericias generales, de las cuales 8 fueron por abuso sexual, y específicamente le asignaron 6 casos de abuso a menores. Es decir que, a pesar de ya estar sospechado de ser consumidor de una red de distribución de pornografía con niños, el hombre realizó la revisión ginecológica de varios menores, ante el desconocimiento de los empleadores sobre la situación.
La investigación tuvo origen en la ONG de Estados Unidos, National Center for Missing and Exploited Children (Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados), que detectó el tráfico de material pornográfico el pasado 2 de abril en la IP de la computadora de J.O.J., quien es médico forense en el Poder Judicial de Chubut.
ACTUACIONES
Según la denuncia, la Unidad Fiscal Especializada en Cibercrimen y Ciberdelito de Chubut, que conduce el fiscal Fernando Rivarola, recibió el aviso en mayo, pero ninguna autoridad judicial fue anoticiada de las sospechas contra el funcionario, cuyo domicilio en Trelew recién fue allanado el 8 de julio, así como el comercio de su esposa. Previamente, el 10 de junio, hubo varios allanamientos a otras personas sospechosas, que incluso terminaron con un individuo detenido.
En cambio, el médico y funcionario judicial no fue detenido en ninguna dependencia policial, a pesar de que partir del secuestro de su teléfono celular y su notebook el 8 de julio, se encontraron las pruebas que confirmaron la información de la ONG acerca de consumo de este material ilegal, algo que fue admitido totalmente por el imputado.
Pero recién tres meses después de secuestrar ese material, se dio aviso al Superior Tribunal de Justicia, que apartó a J.O.J. de su cargo. En todo ese lapso, es decir, desde mayo cuando se dio aviso a la fiscalía local, y octubre cuando fue apartado de su cargo, el médico realizó –según información documentada- no menos de 6 pericias en el cuerpo de menores víctimas de abuso, lo que generó indignación en varios de los padres que están ya están consultando por el tema, que hasta puede generar planteos judiciales para anular el resultado de esos informes.
De acuerdo a la información a la que pudo acceder ADNSUR del pedido de apertura realizado por la fiscalía, los hechos por los que es investigado se originan el 2 de abril, cuando se disparó una alerta ante el reenvío de tres videos a través de su correo personal con contenido sexual explícito.
Según se detalla entre el material secuestrado como prueba, hay tres videos: en un caso correspondiente a un niño de aproximadamente 10 años de edad junto a una adolescente, en otro, de un niño de aproximadamente 4 años con una adolescente, y el restante, de un niño de unos 10 años con una mujer adulta. En los tres, se trata de sexo explícito que involucra a menores de 13 años.
De acuerdo al material que fue encontrado en poder del médico, uno de estos videos estaba también en la memoria interna del teléfono celular de su propiedad, donde además se encontró otro video en formato MP4 cuyo contenido fue catalogado como abuso sexual infantil, de una mujer adulta hacia un menor de edad.
Por otra parte, en el allanamiento realizado en el domicilio del médico en Trelew, se secuestró una notebook que tenía instalada la aplicación TOR!, que es utilizada mayormente para poder adquirir material con contenido de abuso sexual infantil garantizando el anonimato de los usuarios.