La escalofriante revelación de los tres amigos que no subieron al avión y se salvaron de la tragedia en Brasil
Los tres pasajeros no alcanzaron a viajar a raíz de una inexplicable situación que salió a la luz en las últimas horas y se hizo viral.
Tres hombres brasileños se salvaron de morir en un trágico accidente aéreo que cobró la vida de 62 personas.
Israel Souza Silva, José Felipe Araújo Lima y Cas perdieron su vuelo por un insólito detalle que los salvó de la muerte.
El avión, un ATR-72 que cubría la ruta Cascavel-Guarulhos, se estrelló minutos después del despegue, sin dejar sobrevivientes. Las autoridades investigan las causas del siniestro, que según testigos pudo deberse a problemas de control de la aeronave.
Adriano Silva de Assis tenía un boleto para viajar desde Cascavel hasta Guarulhos, en San Pablo. Sin embargo, una confusión en el aeropuerto evitó que se acercara a la puerta de embarque a tiempo. "Llegué aquí a las 9:40. LATAM estaba cerrado, pero me iba en Voa Express. Cuando llegué, esperé a ver si abrían. Normalmente, en el aeropuerto siempre hay alguien en el mostrador, pero no había nadie", le contó a un reportero brasileño.
El pasajero subió a tomarse un café, pero no escuchó ninguna llamada por el altavoz que anunciara su vuelo y las pantallas del aeropuerto tampoco mostraban el horario de salida de su vuelo. "Cuando bajé, ya eran las 10:30, había una cola enorme. Esperé hasta las 10:41, más o menos, y el empleado me dijo que no iba a subir porque tenía que estar una hora antes", relató.
"En ese momento, discutí con él. Y eso fue todo, me salvó la vida", aseguró Adriano. Poco después, se enteró de que el avión se había estrellado en Vinhedo y, conmovido, le agradeció con un abrazo al hombre que le prohibió abordar.
Sus compañeros de viaje, Israel y José Felipe, tuvieron una experiencia similar. Los tres hombres se perdieron en el aeropuerto y no lograron llegar a tiempo a la puerta de embarque. Esa demora fortuita les permitió evitar la tragedia que se desató en el cielo de Brasil.
"Agradezco a Dios", expresó Adriano, con la voz entrecortada, y luego reconoció que se había enfurecido al principio por perder el vuelo.