Recuperó la tenencia de su hija y en un año la mató de hambre: la nena murió encerrada en una habitación
La madre fue imputada de homicidio agravado por el vínculo después de que el 22 de junio del año pasado se acercara hasta un centro de salud con su hija muerta, en brazos. El motivo es que la autopsia revelaría que la menor al momento de su fallecimiento sufría un avanzado estado de desnutrición y deshidratación y una serie de golpes en todo el cuerpo.
A fines de abril, Micaela Noemí Colque deberá presentarse a un juicio oral por la muerte de su hija, y podría recibir la pena de prisión perpetua. La nena estuvo completamente sola y encerrada en una habitación por dos días.
Cuando la fiscalía de la provincia de Salta, le preguntó a Colque si en algún momento dimensionó lo que podría pasarle a Francesca, su hija de dos años, si la dejaba encerrada y sola en una habitación por más de 48 horas, la respuesta fue: “Nunca creí que se fuera a morir”, dijo la joven madre de 25 años.
Colque fue imputada de homicidio agravado por el vínculo después de que el 22 de junio del año pasado se acercara hasta un centro de salud del barrio San Francisco Solano, en la ciudad de Salta, con su hija muerta, en brazos. El motivo es que la autopsia revelaría que la menor al momento de su fallecimiento sufría un avanzado estado de desnutrición y deshidratación y una serie de golpes en todo el cuerpo.
Al llegar al hospital, la mujer le explicó a los médicos que Francesca “se había ahogado mientras comía yogur y galletitas”. Eso no era cierto. Los exámenes forenses determinaron posteriormente que la menor sufrió una broncoaspiración producto de la falta de alimentos durante los dos días que fue abandonada. Pero no fue lo más grave, desde un principio los profesionales que atendieron a la niña observaron que su cuerpo tenía marcas y heridas. En aquel instante supieron que se trataba de un posible caso de violencia ejercida por la mujer y dieron intervención a la Justicia.
Allí, la investigación quedó a cargo del fiscal Gustavo Torres Rubelt, de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, quien ordenó la detención de Colque y la acusó del delito de abandono de persona seguido de muerte agravado por el vínculo, en perjuicio de su propia hija. La Fiscalía aseguró que la joven “accionó dolosamente durante tiempo prolongado” y “expuso a su hija a una situación de desamparo, en un contexto de desnutrición y deshidratación”. El fiscal pidió la prisión preventiva y un juzgado la concedió.
Sin embargo, en agosto del año pasado Torres Rubelt fue trasladado a otra fiscalía y en su reemplazo ingresó la fiscal Verónica Simesen de Bielke, quien luego de revisar el expediente, decidió agravar la imputación contra Colque y luego de obtener testimonios tanto de familiares como de los vecinos, pidió la elevación a juicio. La mujer finalmente será juzgada desde el próximo 28 de abril en la Sala II del Tribunal de Juicio de su provincia.
Según indicó Infobae, la fiscal que lleva adelante la acusación dio detalles de lo que descubrieron durante la investigación y de la historia de abandono y violencia que rodea no sólo a Francesca sino a la propia acusada.
La nena nació en mayo de 2019, a los siete meses de gestación. En aquel momento su madre no quiso hacerse cargo de la nena y le otorgó la custodia a la abuela paterna de la menor. Transcurrió poco más de un año hasta que de un momento a otro, Micaela decidió reclamar ante la Justicia que le devolvieran a su hija. “Demandó a la abuela con un impedimento por tenencia de contacto y una jueza de familia le devolvió la nena”, contó la funcionaria.
Al revisar el expediente, Simesen de Bielke vio que el fin de semana largo del Día del Padre de 2021 la menor había quedado sola durante dos días encerrada en la habitación de la casa. “Empezamos a hacer las averiguaciones y nos encontramos con que efectivamente, ella el domingo se va a pasar el día con su madre biológica y su otro hijo de 5 años. La dejó sola a Francesca, que apenas cumplía los dos años de edad, en la casa sola. Sin posibilidad de alimento ni de nada”, lamentó.
Cuando la mujer llegó al centro de salud, Francesca ya llevaba varias horas muerta y con la temperatura corporal baja. Luego de que los médicos comenzaron a indagar más, la coartada de las galletitas y el yogur se cayó a pedazos. Micaela terminó por admitir lo que había hecho y que, al volver, la había encontrado con “dificultades para respirar” y la llevó al centro de salud. Después dijo que había mentido para que “no pensaran que era una mala madre”.
“Cuando vuelve, ella sostuvo que le dio de comer y que la nena se ahoga. El estudio forense nos informó que hay una vinculación directa entre la desnutrición y la falta de deglución. Este tiempo que la nena estuvo sin alimento pudo haber producido esta broncoaspiración”, explicó.
Después la autopsia descubrió que el cuerpo de la víctima tenía al menos 37 golpes, entre escoriaciones, hematomas y equimosis. “Los tenía de todo tipo. Incluso una especie de marca en la costillas ocasionada con una zapatilla. Además, presentaba golpes en la cara. Fue un año de maltrato”, detalló. Al morir, Francesca apenas llegaba a los 6 kilos. Su tamaño no era acorde con la edad, de acuerdo con lo que explicó la funcionaria.
En la audiencia de imputación, aquella en la que dijo que “nunca imaginó” el posible desenlace, Micaela Noemí se mostró apática hacia la figura de su hija. Como si no fuera parte de su vida. Incluso, durante las entrevistas con psiquiatras y psicólogos, Colque jamás nombró a Francesca. Ante los profesionales ella sólo era madre del nene de cinco años.
“Habló con un total menosprecio hacia la menor”, agregó la fiscal.
Después de que la Justicia le dio la custodia de la nena a la madre, la abuela paterna -que la había criado durante su primer año de vida-, reclamó y pidió que se reviera la situación. Pero no le hicieron caso y no llevaron adelante un seguimiento del caso. Le entregaron la nena a la madre, quien en un principio había optado por rechazarla.
Después de la muerte de la nena, se hizo una denuncia en contra de la jueza de familia Mercedes Cabrera y las asesoras de Menores Noelia Pérez de González y Gabriela Cardón, quienes fueron las que otorgaron la custodia a Colque.
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El objetivo era establecer si se había incurrido en alguna falla que derivó en la muerte de la menor. La fiscal de Impugnación Josefina David de Herrera ordenó archivar la causa al no encontrar elementos suficientes.
De acuerdo con lo que indicó la fiscal Simensen de Bielke, no se tuvo en cuenta las declaraciones de los vecinos del estado desnutrición de la nena en mayo de 2021, un mes antes de la muerte. Incluso una de ellas avisó a los médicos de que la nena estaba en peligro “pero ningún sector de los estamentos públicos tomó intervención y fallaron todos los controles”. El hecho de darle la custodia a la madre no garantizaba la estabilidad ni física ni emocional de la menor. Eso no se controló”, lamentó la funcionaria.
El juicio se extenderá hasta el 5 de mayo. La fiscal confía en que va a haber una condena ejemplar a Colque, aunque dijo que la defensa pública de la acusada va a pedir atenuar la pena, basándose en la dura historia de vida de la imputada. “Vamos a ver qué entiende en este caso de violencia intrafamiliar que no fue advertido por ninguna de las autoridades y entiendo que el Estado tuvo en cuenta a esa niña recién cuando ocurrió su muerte y no cuando era posible salvaguardar los derechos de la niña”, criticó.