Fueron 21 días sin que la nieta de Fabiana regresara a casa, desde aquel día en que la joven fue al encuentro con una mujer para un “intercambio” de ropa y terminó secuestrada para una red de trata.

La abuela de 58 años tramó un plan de rescate y se hizo pasar por trabajadora sexual para salvarla de la organización que la mantenía cautiva, y como en las películas, afortunadamente la historia tuvo un buen final, aunque siguen sufriendo hostigamientos por parte de familiares del único detenido por el caso.

En diálogo con C5N, Fabiana reconstruyó el momento del sucuestro: "Mi nena fue a hacer un cambio de ropa y cuando se encuentra con esta chica. Estaba mirando la ropa cuando dos hombres le ponen algo sobre el rostro; no sabe si era un algodón o pañuelo. Se duerme y despierta ya secuestrada". Esto sucedió el pasado 22 de enero.

Luego, los hombres le dijeron a su nieta que tenía que trabajar de prostituta. "Le pagaron y lo tuvo que hacer. Le sacaron el teléfono y lo manejaba otra persona que me mandaba mensajes haciéndose pasar por ella para que me quedara tranquila".

Entrevista con C5N.

CÓMO LA SECUESTRARON

La joven de 17 años habló con una mujer para hacer un trueque de ropa a través de Marketplace. “Quedaron encontrarse en la esquina de Avenida Constitución y Della Paolera. Finalmente, se encontraron y, en el momento en el que intercambiaban la ropa, una camioneta se frenó y la secuestró”, señaló Minuto Uno.

La adolescente no recuerda nada, pero sabe que le taparon la boca con un algodón y cuando despertó estaba en un departamento llena de personas desconocidas. La mujer que conoció por Facebook le dijo que debían trabajar.

"Empecé por el intermedio de una amiga que mi nena le había dicho que por favor me dijera que necesitaba ayuda. Fui a la policía pero no me dio respuesta, decían que era un capricho adolescente. Saqué fuerzas y actué sola", relató Faniana.

El minuto a minuto de cómo se infiltró para salvar a su nieta. “Me senté a pensar a ver qué podía hacer para rescatarla. Ahí se me ocurrió cambiar mi foto de perfil, me puse la de una mujer de 21 años con pollerita cortita y en pose, y me sumé al grupo”, comentó y recordó "me ofrecían drogas y de todo".

El plan comenzaba a funcionar. Le habló un hombre y fue ahí como entabló contacto con la red de trata. “En un momento empiezo a hablar con uno de los chicos. Me invita a un hotel, a un café, a drogarme. Yo todo le decía que sí. Después me dice que iban a hacer una ‘joda’ en Libertad al 4870″, relató. Con la dirección exacta de dónde supuso que estaba su nieta, decidió actuar.

LA NOCHE DEL RESCATE

El 16 de febrero por la noche, Fabiana se dirigió hasta al edificio señalado con la intención de meterse y rescatar a la adolescente. “Fui a eso de las 21. Pasé por la puerta con mi auto y no vi nada. Había gente que entraba y salía, pero ninguna de esas personas era mi nena. Decidí ir a la comisaría y avisar que sabía dónde estaba. Me acompañó el jefe de calle en un patrullero”, recordó.

El edificio en que la joven se encontraba secuestrada por una red de trata. Foto: Minuto Uno
El edificio en que la joven se encontraba secuestrada por una red de trata. Foto: Minuto Uno

“Mientras los policías golpeaban un portón, yo daba vueltas con mi camioneta por la zona. Le había pedido al hermano mayor de mi nieta que me acompañara. No terminé de estacionar mi auto sobre la estación de servicio en Constitución y la vimos. El hermano se bajó corriendo y me la trajo. Fue una luz. La agarró del brazo y la metió. Tiré el asiento para atrás y le dije ‘acostate, acostate, acostate’ y salí rápido. Ella estaba muy drogada”, detalló sobre el rescate.

Y agregó, “ella no sabía ni dónde estaba. No podía hablar, no sabía qué había pasado, estaba muy drogada. Estaba vestida muy provocativa, como una chica que ejercía prostitución en la calle. De top, corpiño, calza engomada y una zapatilla, toda crota, toda rota. Así la encontré yo a mi nena”.

Por estos días, meses después de haber liberado a su nieta, la mujer denunció que está recibiendo amenazas pro Instagram. "Suben fotos de mi nieta diciendo que yo la mandé a trabajar ahí y que yo soy una vieja loca", contó la mujer.

CÓMO SIGUE LA CAUSA

El único detenido por el hecho es Gabriel Sánchez, un hombre de 30 años acusado de ser el cabecilla de la organización que funciona en Mar del Plata. Está preso en la Policía Federal Argentina DUOF Pinamar, un lugar de tránsito, aunque se prevé que si lo condenan sea trasladado a un penal de Buenos Aires.

La fiscal Laura Elena Mazzaferri, titular de la Fiscalía Federa N°1 de Mar del Plata, lo imputó por los delitos de “trata de personas con fines de explotación sexual agravada por aprovechamiento de la situación de vulnerabilidad de la víctima y por ser menor de edad, en concurso real por facilitación y comercialización de estupefacientes, más abuso sexual agravado con acceso carnal”.

Con información de Minuto Uno, redactado y editado por un periodista de ADNSUR

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