Secta en la Patagonia: sigue detenido el exsoldado ruso y dieron más detalles de su oscura organización
Konstantin Rudnev, un ex militar ruso con un pasado turbio, sigue detenido junto a sus seguidoras en la Patagonia. La Justicia investiga si su grupo es una secta vinculada a la trata de personas.
La detención de Konstantin Rudnev en Bariloche desató un escándalo internacional. Este ex soldado ruso, señalado como líder de una supuesta secta, permanece bajo custodia junto a 12 mujeres que lo acompañaban, mientras la Justicia intenta desentrañar el verdadero propósito de su estadía en Argentina.
Un grupo misterioso y una fortuna en cursos de “espiritualidad”
Rudnev es un nombre conocido en Rusia. En 2013, fue condenado en su país por liderar la secta Ashram Shambala, donde se denunciaban abusos sexuales y explotación. Ahora, en Argentina, se lo acusa de encabezar un grupo similar.
Según la investigación, el ex soldado ofrecía cursos de meditación y yoga por los que cobraba hasta 5.000 dólares por persona. Bajo una fachada espiritual, la organización habría captado adeptos de distintas nacionalidades.
Entre los detenidos hay mayormente ciudadanos rusos, pero también una mexicana y una persona con doble nacionalidad brasileña y rusa. La Fiscalía Federal de Bariloche , a cargo de Fernando Arrigo , avanza en la investigación para determinar si hay víctimas de trata de personas, sometimiento y falsificación de documentos.
¿Secta o grupo de turistas?
En las últimas horas, dos de los 14 arrestados fueron liberados por falta de pruebas y riesgo de fuga. Sin embargo, el fiscal pidió la prisión preventiva para los 12 restantes, y la audiencia clave se llevará a cabo el próximo jueves.
El juez federal Gustavo Zapata deberá definir la situación del grupo. Mientras tanto, todos los detenidos permanecen incomunicados y bajo estricta vigilancia.
Uno de los mayores interrogantes de la causa es qué hacía este grupo en Bariloche. Las autoridades buscan determinar si su presencia en el país respondía a un simple retiro espiritual o si había un plan oculto detrás de su llegada.
La Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX) trabaja en conjunto con la fiscalía para evaluar si alguna de las mujeres del grupo fue víctima de explotación.
