En un acto que demuestra la astucia y la falta de escrúpulos de ciertos delincuentes, un hombre vestido con indumentaria similar a la de un empleado de EDERSA logró engañar a un residente de Regina, obteniendo un botín de 260 mil pesos en ahorros.
La estrategia del estafador fue simple pero efectiva. Al presentarse en la casa del hombre mayor, explicó que había un problema en la zona que requería revisión. Utilizando esta excusa, logró entrar al patio delantero y luego solicitó revisar la térmica en el interior de la vivienda.
Una vez dentro, el delincuente desplegó su actuación, afirmando haber encontrado un problema que requería una nueva llave, por la cual pidió 8 mil pesos al dueño de la casa. Mientras este buscaba el dinero, el estafador aprovechó para hacerse con el resto de los ahorros que el anciano guardaba en un bolso en su habitación.
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Con el botín en su poder, el estafador continuó su farsa, afirmando haber dejado algo en su vehículo y salió de la casa. La víctima, confiando en la supuesta buena fe del operario, esperó su regreso. Sin embargo, al percatarse de la demora excesiva y revisar su habitación, descubrió que le faltaban los 260 mil pesos.
A pesar de la denuncia a la Policía, el delincuente logró escapar antes de ser capturado.