Tienen la comisaría a dos cuadras, pero decidieron contratar a un policía para frenar una ola de robos
El hecho ocurrió en una localidad patagónica, donde un grupo de doce comerciantes decidieron abonar los servicios adicionales a un efectivo policial para ponerte un punto final a los delitos, "No tendría que ser así, pero fue la única opción que tuvimos”, dijo la dueña de un local.
El insólito hecho se produjo en una localidad de General Roca, Río Negro. Allí, un grupo de comerciantes se organizaron y contrataron a un policía para frenar los robos. Pero lo más llamativo de esto es que tienen una comisaría a tan solo dos cuadras.
Según indicaron, la medida surgió a raíz de una ola de robos en la zona de la calle San Juan, entre Evita y Montevideo. Por esta razón, los vendedores decidieron pagar los servicios adicionales a un efectivo para que recorra ese lugar durante la madrugada.
Los dueños de los locales ubicados en la calle San Juan mantuvieron reuniones con la ministra de Seguridad de la Provincia, Betiana Minor, sin embargo los hechos delictivos siguieron y se incrementaron en ese sector de la ciudad patagónica, a solo un par de cuadras de la comisaría N°21.Tras los últimos delitos, los vecinos pidieron mayores controles nocturnos a las autoridades. Ante la falta de respuestas, decidieron poner a un efectivo ellos mismos.
“Entre 12 comerciantes decidimos contratar un servicio adicional de la policía de Río Negro. No tendría que ser así, pero fue la única opción que tuvimos”, dijo Nahir, la dueña de una pollería que hace pocos días sufrió un asalto, en diálogo con el Diario Río Negro.
“Estará recorriendo desde la 1 hasta las 6, que es el momento en que no anda nadie por las calles”, agregó en relación a la vigilancia que deberá realizar el agente en horario nocturno.
Karina, otra comerciante de la zona, remarcó que esta medida tampoco los “tranquiliza”, porque los efectivos no están cumpliendo con los horarios de los adicionales.
“De manera unánime, se decidió contratar este servicio. En los dos primeros días que tenían que venir, no cumplieron con el horario. Tuve que ir a hablar con el comisario de la dependencia y se comprometió a mandar a un oficial a cumplir con el trabajo los días que no haya adicional”, indicó.
“Si los policías no nos garantizan los horarios, no me dan seguridad de nada. No podemos dormir, no descansamos. De noche nos sentimos a la deriva, llegan las 23 y es terreno de nadie”, culminó.