Un maratonista escapaba en una moto robada, chocó con un patrullero y murió
El fatal accidente ocurrió en medio de una persecución pero la familia asegura que el joven contaba con los papeles del vehículo. Todo quedó registrado por las cámaras de seguridad. IMÁGENES SENSIBLES.
Un corredor profesional de 33 años, murió luego de protagonizar un accidente con un patrullero, cuando intentaba escapar de la policía a bordo de una moto que tenía pedido de secuestro por robo. La secuencia quedó registrada en las cámaras de seguridad.
El episodio ocurrió en Mar del Plata, en la madrugada del domingo. Según indicaron fuentes policiales, Ignacio Sallago “merodeaba en la zona con intenciones de cometer algún ilícito", cuando consultaron los datos del vehículo, constataron que tenía pedido de secuestro desde el 15 de febrero.
Quisieron identificarlo pero comenzó a escapar a toda velocidad por lo que se inició una persecución policial, que finalizó en el cruce de la avenida Independencia y Juan José Paso, cuando un patrullero se cruzó en el camino para impedirle el paso.
Sallago no logró esquivar el móvil policial e impactó contra la puerta trasera del patrullero. Quedó tendido en el asfalto, y médicos del SAME arribaron al lugar constatando su muerte.
El joven no tenía antecedentes penales y era un reconocido atleta de Bahía Blanca. Incluso, fue campeón provincial de maratón en 2022. Según los medios locales, se encontraba radicado desde hace algunos años en Mar del Plata.
En el caso interviene el fiscal Rodolfo Moure, de la Unidad Funcional de Instrucción 11 de Delitos Culposos, quien ordenó el secuestro de la moto y del patrullero, en el marco de una causa que se investiga como “homicidio culposo”.
“Nacho” fue despedido por sus compañeros del equipo JM Corredores, quienes lo definieron como “alguien respetuoso y comprometido con entrenar y progresar”.
El joven también trabajaba en una empresa de alimentos. “No era ningún delincuente”, expresó uno de sus compañeros de equipo y agregó: “Tenía los papeles de esa moto, estaba por hacer la transferencia. No sé qué le pasó por la cabeza, solo él sabe por qué escapó”.
“A esa moto la compró por el trabajo, él era vendedor de una distribuidora de golosinas y necesitaba un vehículo más grande para recorrer zonas alejadas de Mar del Plata. El dueño de la distribuidora le había prestado plata y ahí pudo comprar esa moto”, contó Leandro Pérez Lazarte, uno de sus amigos.