A diciembre con el tanque de reserva: Trelew agudiza su crisis mientras la transición se hace eterna
La gestión del intendente Adrián Maderna comenzó a pagar los sueldos de manera escalonada. Y los reclamos se multiplican. El plan de austeridad de Merino y las 17 semanas que aún faltan para el cambio de gobierno municipal.
Ni el "tsunami" de votos que obtuvo en todo el país Javier Milei en las elecciones primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) del domingo pasado logró dejar en un segundo plano, al menos por unos días, la crisis que vive Trelew. Y que se acentúa con el paso del tiempo con una gestión municipal a la que aún le faltan más de tres meses para concluir.
Ocurre que los días previos e incluso posteriores a las primarias fueron de los más difíciles que les tocó enfrentar al intendente Adrián Maderna en sus casi 8 años de conducir el municipio. Protestas, reclamos, paros con cortes de calles y problemas para pagar los sueldos volvieron a poner a Trelew en el centro de la escena de preocupación provincial y dejaron al descubierto que la ciudad está llegando al colapso tan temido.
A unas 17 semanas para que se produzca el cambio de gobierno, lo que parece una eternidad a estas alturas, el intendente Adrián Maderna no logró este mes reunir el dinero necesario (aproximadamente unos 600 millones de pesos), para hacer frente a la masa salarial municipal completa y comenzó a pagar los sueldos de manera escalonada.
El anuncio del depósito de los salarios de los municipales se hizo esperar hasta el último día permitido, pero solamente la plata alcanzó para cubrir a la planta permanente del municipio. A partir de ahí se sucedieron una serie de reclamos que se multiplicaron como borbotones. Primero fueron los becarios del Sistema de Estacionamiento Medido (el SEM) los que hicieron paro y luego vinieron los agentes de los Jardines Municipales a los que se sumaron los operarios de Barrido, un universo de cientos de personas precarizadas a las que no se les pudo cumplir en tiempo y forma con el pago de una beca que no llega a los 30.000 pesos por mes.
Pero hay más: el personal de la planta política de la Municipalidad de Trelew quedó sin fecha de cobro y como sucede habitualmente quienes ocupan un cargo se transformaron en los últimos de la cola.
Trelew acarrea múltiples problemas, que en más de una oportunidad describimos en esta columna, a los que ahora se sumó la baja recaudación de impuestos, la coparticipación que llega en etapas -según sostienen desde el municipio- y la enorme masa de compromisos asumidos que deben enfrentarse sin tener los recursos suficientes.
Con un salario de bolsillo que apenas llega a los 110.000 pesos, según informaron desde el gremio de ATE, sumado algún que otro adicional, los empleados municipales están por debajo de la canasta básica. Es cierto que el dato no es nuevo, pero ante la alta inflación acelerada tras las elecciones PASO, la situación es más que preocupante.
Ante tal panorama lo que más preocupa es la ausencia de funcionarios y hasta del propio intendente. Si bien durante la semana que pasó recibió a algunos de los dirigentes gremiales, desde hace bastante tiempo no se expresa públicamente y es notoria su falta de presencia en el propio palacio municipal e incluso en actos institucionales. Esta semana, sin ir más lejos, se conmemoraron los 173 años del paso a la Inmortalidad del General José de San Martín y sólo se hizo presente el presidente del Concejo Deliberante, Juan Aguilar.
Lo cierto es que la gestión de Maderna se ha venido deshilachando durante estos últimos meses y los peores cimbronazos se produjeron luego de la contundente derrota que el madernismo sufrió en las elecciones municipales de abril cuando su candidata, la actual diputada provincial Leila Lloyd Jones, se ubicó en cuarto lugar logrando un magro resultado de unos 8.600 votos, 10.000 menos que Gerardo Merino, quien resultó electo intendente.
Desde aquel 16 de abril a esta parte se produjo una especie de diáspora en el gabinete municipal y entre los colaboradores más cercanos del propio intendente. Unas de las salidas que más afectó a la gestión fue la que se dio a mediados de mayo pasado cuando Norberto Yauhar renunció como secretario Coordinador de Gabinete de la Municipalidad de Trelew alegando una incompatibilidad de trabajo con el intendente Adrián Maderna, por el anuncio del jefe comunal de su postulación a la gobernación de Chubut por fuera del PJ. Una candidatura que finalmente quedó trunca al desistir de presentarse para participar de las elecciones provinciales del 30 de julio.
La salida de Yauhar debilitó aún más a la gestión. Ocurre que el ex ministro nacional y provincial le daba al gobierno municipal la impronta necesaria para enfrentar los distintos avatares haciendo pesar su experiencia y conocimiento en el manejo de aspectos administrativos y sobre todo políticos. Yauhar se fue y Maderna lo sintió. Y si bien lo reemplazó por Sergio Sardá, nada fue igual porque el nuevo funcionario tiene un perfil más bien técnico.
Otro alfil que, si bien no se alejó, pero que tomó cierta distancia de las filas del madernismo es Héctor Castillo. El actual concejal fue de los primeros en avisar. Tras la fallida candidatura de Adrián Maderna a la gobernación dejó en claro que se sumaba a la campaña de Juan Pablo Luque y Ricardo Sastre e incluso pasaron pocas horas para ver la primera foto del edil junto al actual vicegobernador de la provincia.
Pero lo más grave es lo que sucede en el Concejo Deliberante de la ciudad. Allí el bloque oficialista se partió aún más de lo que estaba. El último portazo lo dio el presidente del propio cuerpo, Juan Aguilar cuando abandonó esa bancada, molesto por "las muchas divergencias" internas entre sus integrantes que quedaron al desnudo cuando en la última sesión el oficialismo no logró conseguir la mayoría especial para derogar un artículo de urgente tratamiento por lo que quedó autorizado de forma automática un aumento tarifario de la Cooperativa Eléctrica.
"Hay muchas diferencias dentro del bloque, no me siento cómodo" dijo y explicó que por eso hasta fin de año formará su propio espacio.
Antes de Aguilar del mismo bloque se habían ido Lorena Alcalá, la ex esposa del intendente Adrián Maderna aduciendo no sentirse contenida por el madernismo; Virginia Correa, que en las elecciones de abril se jugó por la candidatura de Gustavo Mac Karthy y Sebastián de la Vallina, que si bien volvió a ocupar su banca lo hizo a través de un espacio propio.
Sólo Olga Godoy y el propio Héctor Castillo no manifestaron públicamente dejar el bloque, lo que indica qué de seis miembros, sólo quedaron dos.
La eterna transición entre las elecciones del 16 de abril y el 10 de diciembre, cuando finalmente asuma el intendente electo Gerardo Merino, potencian la ansiedad de los vecinos de Trelew que quieren poder ver un poco mejor a su ciudad.
La crisis en la que está inmersa Trelew es enorme y no sólo abarca a lo que pasa puertas adentro del palacio municipal, sino que trasciende a otros temas de vital importancia para el desarrollo y futuro de una comunidad como por ejemplo los servicios públicos.
Se requieren soluciones urgentes para el transporte público, la recolección de residuos y la Cooperativa Eléctrica, entre otros.
Mientras los equipos técnicos del intendente saliente y del entrante mantienen una cordial etapa de intercambio de información, Merino ya avisó que apenas inicie sus días como intendente pondrá en marcha un plan de austeridad. Y prometió que bajará en un 80% la planta política del municipio.
Merino sabe que es indispensable avanzar en esa medida ante la friolera de 400 cargos políticos que actualmente están vigentes.
Desde el entorno del intendente electo afirman que ahí está gran parte del dinero que se necesita para cubrir otras necesidades como por ejemplo el pago de los salarios a los trabajadores municipales. Una situación que se veía venir y que estalló durante este agosto.
Por eso lo que vendrá a partir del 10 de diciembre no será tarea fácil para el futuro gabinete municipal y eso lo saben todos los integrantes del equipo de transición que acompañan a Gerardo Merino, sobre todo Jorge "Bochi" Hernández, el abogado que asumirá como secretario de Gobierno de la Municipalidad y que es una de las manos derechas del intendente electo.
Para colmo de males el contexto nacional tampoco ayuda. Con una inflación en ascenso permanente los problemas se agudizan por lo que a las futuras autoridades les espera un desafío más difícil al que todavía imaginaban.
Habrá que hacer ajustes en donde se necesite sin que ello atente contra la frágil situación social que afronta Trelew y que la pone como la más delicada de la provincia. Gerardo Merino lo sabe y el gobernador electo, el trelewense, Ignacio "Nacho" Torres también.