Devaluación del dólar oficial y suba de la tasa de interés: los efectos en el bolsillo y en la vida cotidiana
Más inflación y recesión, a cambio de llevar algo de calma a la macro economía, tratar de recomponer reservas y llegar al acuerdo con el FMI. ¿Momento para cerrar negocios o esperar hasta que aclare?
La devaluación del dólar oficial a $365 y la suba de la tasa de interés hasta el 118% nominal anual fueron dos de las medidas anunciadas por el ministro Sergio Massa este lunes para tratar de acercarse a las metas comprometidas con el FMI, a la espera de cerrar un acuerdo la semana próxima. Pero por fuera de la macro economía, ¿cuál será el impacto de estas decisiones en la vida cotidiana y en el bolsillo de la gente?
La mañana del lunes post electoral arrancó con algunas complicaciones, en función de la reacción de los mercados, que se había anticipado en caso de que hubiera un ‘cisne negro’. Esa calificación alcanza, según la jerga de moda, a los fenómenos políticos o económicos inesperados. Y como el resultado electoral fue una sorpresa, ya que las apuestas mayoritarias eran por un primer lugar para Juntos por el Cambio y una tercera ubicación para los libertarios, entonces el nerviosismo se tradujo en algunos indicadores adversos, como la caída de bonos argentinos en un 10 ó 12%.
Para poner en contexto la turbulencia del lunes por la mañana, el economista Gonzalo Finlez precisó, en entrevista con ADNSUR, que la reacción no fue tan negativa como la ocurrida el lunes 12 de agosto 2019, un día después de las PASO de aquel año (triunfo del kirchnerismo sobre el macrismo), cuando el mercado llegó a tener una caída del 50%.
Otra comparación fue planteada por el especialista en torno al dólar, que en ese momento tuvo un salto cercano al 30% (de 45 a 60 pesos en pocos días) el dólar ‘blue’ comenzó a escalar, desde los $605 a los que había cerrado el viernes, hasta los $685 (4 pesos más en Comodoro) en los que cerró este lunes, con un salto del 13% en un solo día y acumulando un 38% desde inicios de julio.
LOS EFECTOS DE LA DEVALUACIÓN Y DE LA SUBA DE LA TASA DE INTERÉS
En esa secuencia, se conocieron las medidas anunciadas por el gobierno, que según los entendidos, apuntaron a dar señales de calma en la línea que planteaba el FMI, de cara a los desembolsos pendientes. La devaluación en un 22% del tipo de cambio oficial apuntó en esa línea.
“La suba de la tasa de interés y del tipo de cambio buscaron traer calma y claridad en algo que venía con turbulencia”, explicó el economista Alejandro Jones, del Observatorio de Economía de la F.C.E. de la Universidad de la Patagonia.
La suba del tipo de cambio, detalló, es para hacer en forma directa lo que semanas atrás se hizo de manera indirecta, con la suba de impuestos a los dólares de importación. La elevación de la tasa de interés, que pasó del 97 al 118% nominal anual, es para quitar presión sobre el dólar, para que el ahorrista elija colocar dinero en un plazo fijo antes que intentar comprar dólares, sea en forma legal o en el mercado paralelo.
El anuncio del FMI, tras conocerse las medidas, de que el próximo 23 de agosto se reuniría para aprobar los desembolsos pendientes, por alrededor de 10.000 millones de dólares, permitirían entender el objetivo de esas medidas: “Valoramos las acciones de políticas recientes de las autoridades y el compromiso de salvaguardar la estabilidad, reconstruir las reservas y fortalecer el orden fiscal”, dijo el FMI en un comunicado que se conoció por la tarde.
EL IMPACTO EN LA ECONOMÍA Y EN CADA BOLSILLO: MÁS RECESIÓN Y LA INFLACIÓN QUE SALTARÍA CERCA DEL 10%
Para Jones, las medidas adoptadas el lunes son de corto plazo y advirtió que la consecuencia de la suba del tipo de cambio, tanto del oficial como las demás variantes, acelerará el proceso de inflación. Paralelamente, la nueva tasa de interés implica mayor recesión, ya que la contracara de un plazo fijo más atractivo es el continuo encarecimiento del crédito, que es la herramienta para activar a los sectores productivos.
“Cuando sube el dólar aumentan los precios de los productos importados y de todos los precios en general, porque la gente actúa en función de las expectativas y en definitiva esto va a significar más inflación en el corto plazo –alertó el analista-. Parte de esto lo vamos a ver en septiembre, cuando se conozca el índice de agosto y también en octubre, cuando se difunda la medición de septiembre, donde podemos estar llegando a los dos dígitos”.
Según esa proyección, la inflación subiría el mes próximo en torno al 8% o algo más (este martes se conocerá la de julio, que estaría en el 7%), mientras que en septiembre podría acercarse al 10%. Paralelamente, Jones advirtió que no es extraña la escalada del ‘blue’, ya que esa referencia está habitualmente un 90 ó 100% por sobre el tipo de cambio oficial. Si la cotización formal hoy es de $365, entonces el paralelo se irá aproximando a los $730.
La contracara positiva, si es que las medidas dan resultado, serían las de reducir la demanda sobre el dólar a partir del mayor interés que ofrecerán los plazos fijos, por un lado; y la de contar con más cantidad de dólares liquidados por el sector agro exportador, siempre que confíe en que el tipo de cambio se mantendrá igual hasta octubre y no especule con una devaluación mayor, lo que volvería a restringir la oferta de dólares.
“Si liquidan exportaciones, se llegaría con cierta tranquilidad hasta las elecciones de octubre, pero si esto no ocurre, habrá nuevas presiones muy fuertes sobre el sistema financiero”, advirtió finalmente Jones.
“CONVIENE SER LO MÁS CONSERVADOR POSIBLE”
Frente a la situación actual, Gonzalo Finlez dijo algunas sugerencias para cubrirse durante el proceso electoral.“En estos momentos, lo mejor es tratar de ser lo más conservador posible –indicó el economista en su entrevista con ADNSUR-. Todos tratan de resguarse porque nadie sabe qué puede llegar a pasar y siempre el dólar en Argentina es el refugio que en general buscan los ahorristas para tratar de guardar excedentes”.
Sin embargo, reconoció que ante las dificultades para acceder al dólar o la suba de precios de esta semana, Finlez aludió a herramientas tecnológicas que permiten generar rendimientos en los pesos, para preservarlos frente a la inflación mensual, que corre entre el 7 y 8% mensual, por lo que no conviene dejar pesos quietos en una caja de ahorro.
“Hay bancos que a través del home banking te ofrecen tener una cuenta remunerada, con rendimientos que no son tan altos como el plazo fijo pero te permite tener la plata disponible en el mismo momento, para pagar un débito o cancelar una tarjeta de crédito –recomendó-. Hay distintas aplicaciones que lo ofrecen, con rendimientos que pueden ser del 80% anual, que si bien frente a la inflación quedan por debajo, al menos te ayuda a no perder tanto”.
Finlez también aludió a las compras de mediano y largo plazo, como puede ser el cambio de un vehículo. “Esos precios suelen atarse a la cotización del dólar ‘blue’, por lo que si son momentos de volatilidad, tal vez no se puede cerrar un negocio, porque los precios saltan por encima de lo que luego se van a ir acomodando –explicó-. Así como pueden subir, pueden bajar y entonces
Como ejemplo de lo anterior, dio otras dos referencias. En octubre de 2020, cuando el dólar blue llegó a $195 en medio de una corrida y rumores de crisis política, el valor actualizado por inflación estaría en $900, “para llegar a ese nivel de pánico en el mercado”. En igual sentido, recordó que en julio del año pasado, tras la salida de Martín Guzmán, el dólar de ese momento, de $340, equivaldría hoy a entre $700 y $800.
“Estos dólares de pánico muestran que todavía habría espacio para subir, pero nadie tiene la bola de cristal y no se sabe lo que puede llegar a pasar mañana, por eso lo mejor es la cautela a la hora de cerrar un negocio”, concluyó.