El análisis de la noticia: la paz petrolera es endeble
El acuerdo desactiva conflictos pero no los soluciona.
COMODORO RIVADAVIA (EL ANÁLISIS DE LA NOTICIA /Por Raúl Figueroa) - “Son 30 días para seguir discutiendo, pero en realidad creo que van a ser 90 en total. Hasta diciembre vamos a llegar así; después, no se puede sostener más”. La descripción corresponde a uno de los actores que participaron de las estrechas mesas de diálogo entre referentes políticos, sindicales y la cúpula de YPF, durante la jornada del martes 9 de agosto, cuando se logró desactivar a último momento el inicio de un paro de consecuencias imprevisibles, pero dejando latente el problema, al menos hasta que termine el período eleccionario que atraviesan los poderosos gremios petroleros de la provincia de Chubut.
En rigor, el acta acuerdo no fue firmada por YPF, sino por San Antonio, aceptando retrotraer los telegramas de suspensiones sin goce de haberes y retrotrayendo la modificación horaria que había aplicado esa empresa de servicios. En concreto, sigue pendiente de resolver la redistribución de operarios afectados a los 14 equipos que la operadora paralizó en Santa Cruz y que afecta a dotaciones de ambas provincias, por lo que se seguiría con la modalidad de pago de salario stand by a la espera de definiciones específicas sobre la diagramación de jornadas laborales.
Algunos observadores indicaron que de ese modo se pudo disimular la aceptación de un tipo de acuerdo por parte de la operadora que, de otro modo, podría tener reclamos desde Neuquén, donde hay 2.000 operarios afectados al procedimiento preventivo de crisis. Las máximas autoridades de la operadora habrían dicho durante el encuentro, según algunos testigos: “a fin de año, esto se termina”.
La cuestión electoral tampoco estuvo ausente en la discusión. Hubo alusiones al avance de posturas “de izquierda” en el ámbito gremial, algo a lo que el empresariado, por tradición y definición, pretende no dar cabida.
JORNADA DE 8 HORAS
La propuesta de la jornada de 8 horas apunta a una reconstrucción del salario por esa cantidad de horas que, en la práctica, sería superior a lo que perciben hoy quienes no realizan actividades, según argumenta el sector empresario, reduciéndose así la cantidad de puestos laborales que se perderían; desde el ámbito sindical, esa posibilidad es rechazada porque pretenden retener un ingreso lo más cercano al que se producía por jornadas de 12 horas (que en el caso de los equipos parados, tampoco se aplica) y para no afectar las hipotéticas indemnizaciones que, según el panorama que se avizora para el año próximo, podrían producirse a partir de un mercado plenamente liberado al impacto de los precios internacionales del petróleo.
Por ahora, la paz alcanzada es endeble. 30 días para seguir discutiendo, que en el mejor de los casos serán 90. Después de noviembre, se verá.