Ficha limpia: el medidor social
El presidente envía a sesiones extraordinarias el proyecto para impedir que personas condenadas puedan postularse a cargos públicos. Se trata de una demanda social y una estrategia electoral.
El lunes, Javier Milei, estará en la asunción del segundo mandato de Donald Trump en Estados Unidos. Esperemos que haya llevado mucho abrigo. Las temperaturas serán tan heladas que, por primera vez, el acto se hará dentro del Capitolio, y no en las escalinatas como es tradición. Ese mismo día, por estos pagos, arrancan las sesiones extraordinarias. Muchos temas profundos para 5 semanas. Pero el centro de la discusión legislativa va a tener 3 ejes centrales: la derogación de las PASO, Ficha Limpia y los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla como candidatos a la Corte Suprema de Justicia.
Todo lo que sucede en año electoral, es campaña. Lo importante es la meta de convencer, a quienes están habilitados a las urnas, que los voten.
Siguiendo esa premisa, la Ley de Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, no tiene tanta resistencia en la política. A pesar de que algunos sectores políticos, como el PRO, no se benefician, se prioriza que la sociedad está harta de ir a votar para que los políticos vean qué candidato debe prevalecer. Que se decidan entre ellos o bien, que se financien internas.
Los pliegos de los jueces para la Corte, es un tema de nicho. A la mayoría de la población no le interesa que es lo que sucede en eso tan lejano que es el Tribunal Supremo. La política lo sabe bien. Les interesa a ellos, un poco a los militantes y al círculo rojo.
Ficha Limpia juega fuerte en el escenario de cara a la sociedad. Y a las elecciones. El objetivo es despejar las dudas que quedaron flotando luego del fracaso legislativo del proyecto que ya estaba en andanzas, con autoría del PRO y a punto de convertirse en ley. Recordemos que el tema no se pudo tratar por falta de quorum del bloque de Unión por la Patria, pero también de los legisladores libertarios, entre otros. Quedó en el aire el cuestionamiento al compromiso con la transparencia política y la lucha contra la corrupción y “la casta”.
El proyecto supone incorporar en la Ley Orgánica de Partidos Políticos la imposibilidad de presentarse como candidatos a personas que hayan sido condenadas en primera y segunda instancia por delitos de corrupción en la función pública y en perjuicio a la Administración en el período previo al año electoral. También establece límites para ocupar ciertos cargos.
Si la pregunta es: ¿Y Cristina?, la respuesta es: le impacta de lleno.
En eso estaremos inmersos hasta el 21 de febrero. Una parte de la cancha llorando proscripción y victimización y la otra gritando la bandera de la limpieza y la transparencia. Por eso, Ficha Limpia abre el verano de polémica de las sesiones extraordinarias. Porque tienen impacto en el debate social.