Nueva conducción del PRO Nacional: Torres confirma su rol protagónico al tiempo que busca ampliar su base en Chubut
La presencia del gobernador chubutense en la mesa directiva nacional que conduce Mauricio Macri no hace más que reafirmar la centralidad lograda desde que asumió como gobernador y que se consolidó en su conflicto con Javier Milei. Sin embargo, no deja de apostar sus fichas a un partido propio local para sumar adhesiones. El dato que no se conocía: los ingresos de Ana Clara Romero y Matías Taccetta.
La estrategia de repartir huevos en todas las canastas sigue rindiendo frutos al gobernador Ignacio Torres. Mientras sus colaboradores más cercanos avanzan en la justicia electoral con el armado del partido provincial Despierta Chubut, el mandatario chubutense acaba de ser confirmado como integrante de la mesa chica de la conducción del PRO nacional junto a la figura de Mauricio Macri.
Hace tres semanas, todavía en medio de la tensión del conflicto con el gobierno nacional, trazamos este escenario, y dijimos que seguramente Torres iba a ganar protagonismo en el PRO luego de su posicionamiento en la agenda nacional, y que no lo iba a desaprovechar, pero sin desatender su frente provincial.
En medio de las idas y vueltas de la relación de Macri con Milei, y el perfil que debe discutir el PRO respecto a dar apoyo incondicional o ser oposición dialoguista con la Nación, y luego de que perdiera la batalla la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, Torres se ubicó entre las figuras centrales junto a su par Rogelio Frigerio, y otros históricos como María Eugenia Vidal y Diego Santilli.
El dato interesante para Chubut es que entre los vocales también figura la diputada Ana Clara Romero y entre los suplentes, ingresó en segundo lugar el intendente de Esquel, Matías Taccetta.
La diferencia con todos ellos, es que el chubutense tiene apenas 35 años y sólo 5 temporadas en los primeros planos de las ligas mayores, desde que asumió como diputado nacional en diciembre de 2019. Es decir que su ascenso fue meteórico en términos cronológicos y que Macri -con quien siempre tuvo una excelente relación- lo sigue viendo como una de las caras de la renovación a futuro.
De hecho, Macri tiene mucha responsabilidad en el salto de Torres a la primera escena, porque fue quien le dio visibilidad en Chubut con la conducción de la Fundación Pensar y la delegación regional del PAMI en 2016, un puesto en el que Torres supo hacerse ver en épocas en las que el gobernador era Mario Das Neves, con quien estableció una buena relación.
De allí saltó a la presidencia del PRO Chubut, y armó su campaña a legislador nacional, en la que obtuvo el segundo lugar detrás de la lista ganadora de 2019 encabezada por Alberto Fernández y Cristina Kirchner a la presidencia, y que llevaba a Santiago Igón a la cabeza en Diputados.
Dos años después logró un resonante triunfo en la elección a senador, siendo el más joven del país en una banca de la Cámara Alta, y en 2023 obtuvo el respaldo en elecciones desdobladas como nuevo gobernador, dentro de un espacio como Juntos por el Cambio con la UCR, que volvió a conquistar el poder después de 20 años.
Toda esa carrera de triunfos le debe a Mauricio Macri haber sido el primero que vio el potencial de Torres cuando era apenas un joven de 28 años sin una trayectoria conocida, más que su militancia original junto a Graciela Ocaña. La llegada de Torres a la mesa chica del PRO no es casual, y por eso fue una especulación mezclada con información que anticipamos hace tres semanas, cuando no se hablaba del tema.
Pero como dijimos aquella vez, Torres no se cierra en el espacio PRO, y sigue adelante en su apuesta transversal. Sue laderos avanzan en la conformación de un nuevo partido en Chubut, con averiguaciones judiciales y por comenzar el proceso de lograr firmas de adhesiones, para luego pasar a una carta orgánica, conformación de autoridades y afiliados.
Cuando esto se obtenga el año próximo, será una nueva herramienta electoral que permitirá sumar voluntades de todos los colores, y buscar un frente más amplio con buenas migas en la UCR y el PRO, pero no dependiendo de esas estructuras nacionales para cerrar tácticas locales.
El plan parece un combo perfecto, aunque se sabe que la política es muy dinámica y nadie tiene la vaca atada. Por las dudas, Torres trata de hacer un nudo lo más fuerte posible para que no se escape, y parece que por el momento lo está logrando.