Nunca hubo amor con Villarruel
El vínculo entre Javier Milei y Victoria Villarruel fue como un amor de verano. Se diluyó apenas tocó la realidad un día después de ganar las elecciones. El (des)trato a la vicepresidenta baila al ritmo de las encuestas.
“Nunca se le va a perdonar que quiso cortarse sola cuando se acercó a Macri”, deslizó una persona cercana de la Casa Rosada. Apuntan a versiones de un encuentro entre Victoria Villarruel y el ex presidente Mauricio Macri, a poco tiempo de ganar las elecciones y antes de la asunción del 10 de diciembre. Si bien el encuentro nunca se confirmó, desde Casa Rosada no tienen dudas. “Javier tardó minutos en enterarse de que se vieron”, aseguran. ¿Quién no se lo perdona: Javier o Karina? A esta altura, nadie.
No es nuevo que la relación entre la fórmula presidencial no tiene retorno. Ninguna de las dos partes pretende acercar posiciones para una posible reconciliación. Pero cada uno juega su propio juego. Los intereses, ante todo.
Por un lado, Victoria Villarruel que apuesta a su marca personal. Es correcta en su función como presidenta del Senado de la Nación, tiene diálogo con todos los legisladores de la Cámara Alta y se ajusta al reglamento. Aparece en la prensa en momentos precisos y juega a dar declaraciones picantes con tono irónico o de humor. No podemos olvidar que llamó “jamoncito del medio” al Presidente de la Nación.
En tanto, el mandatario argentino es disruptivo, poco apegado a las formas y abanderado de las decisiones de su hermana que, además, oficia de secretaria de la Presidencia. Ella no la quiere a Victoria. Ni un poquito.
Esta semana el presidente la destrató una vez mas. Dijo que es “cercana a la casta” y que “no tiene injerencia” en las decisiones del gobierno. En pocas palabras: un adorno en el Senado. Nada que no hayamos vivido con los anteriores gobiernos. Ni La Libertad Avanza se libera de la tradicional maldición que cae sobre los compañeros de fórmula presidencial.
Villarruel enfureció con las palabras de Milei y su entorno desparramó rápidamente que iba a llegar la contestación. Hasta el cierre de esta nota, no hubo respuesta. ¿Habrá? “En algún momento”, respondieron ante la consulta.
Durante el año de gestión que prácticamente ya tiene el gobierno, la viepresidenta tuvo imagen positiva en las encuestas. Eso se mantuvo. Quien sobrevive, pero va y viene es el presidente. En medio del tambaleo, Milei compartió acto con su vice. Fue a principio de mes, en un acto de la Policía Federal. Una fotito por las dudas. Total, la ofensiva quedaba en manos de la diputada Lilia Lemoine.
Las últimas dos semanas fueron de euforia para la Casa Rosada. A Villarruel no la necesitan ni para la foto. Los marcadores de la macroeconomía siguen en estable mejora, el riesgo país da buenas noticias, la inflación sigue siendo el caballito de batalla ganada y las encuestan son favorables.
Según los datos de Equipo_mide, el 57% de los encuestados considera que Milei tiene capacidad para resolver los problemas del país. Hay un 43% que considera que “no sabe”. Las expectativas a futuro también son auspiciosas. Mientras en septiembre, un 28% creía que los próximos seis meses serian mejores, ahora, hay un 39% de esperanzados. Resulta difícil de entender si uno sopesa la pobreza, las dificultades sociales, la recesión y preocupación empresarial. Pero casi todas las mediciones marcan una imagen que mejora en la figura presidencial.
No quisiera generalizar, así que me haré preguntas a mí misma. ¿Será que yo no la veo? ¿Será que pongo énfasis en la falta de modelo productivo e ignoro que los indicadores macroeconómicos pueden llegar a mejorar la vida cotidiana de la población? ¿Seré ansiosa y quiero que la mejora salga a flote más rápido? Voy a consolarme pensando en que mi juicio crítico me hace ver lo que hay, pero también lo que falta. ¿Ustedes que creen?