Sin Cristina ni Alberto Fernández, Massa encabeza el Día de la Lealtad Peronista

Este 17 de octubre, se celebra el Día de la Lealtad Peronista en Argentina, una fecha histórica para el movimiento político liderado por el peronismo. Sin embargo, este año es particularmente relevante ya que coincide con un año electoral y a tan solo cinco días de las elecciones presidenciales.

Aunque tradicionalmente se esperaría que los oradores principales en este día fueran el actual presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta, Cristina Kirchner, la cercanía de los comicios determinó que otros fueran los protagonistas en los discursos.

El acto central será a las 16 horas en la cancha de Arsenal de Sarandí bajo la consigna “todos juntos y unidos”. Y los protagonistas serán justamente, el candidato a Presidente por Unión por la Patria, Sergio Massa y el gobernador, Axel Kicillof.

“El foco son Axel y Sergio porque con ambos vamos a ganar la provincia y el país”, consignaron desde el entorno más próximo de la vicepresidenta a Página/12. Massa tendrá el cierre de campaña el miércoles en la ciudad de Buenos Aires en el teatro Luna Park.

Fue justamente Kicillof quien destacó que “el acto es muy importante porque es 17 de octubre y van a estar todas las expresiones del movimiento sindical, también todos los candidatos y el candidato a presidente, Sergio Massa y los intendentes de toda la provincia”.

El objetivo que el oficialismo tiene en mente a nivel nacional para este domingo será, como mínimo, conseguir el 33 por ciento de los votos para, de ese modo, lograr ingresar al balotaje con Milei.

17 DE OCTUBRE

El 17 de octubre de 1945 se recuerda la huelga general multitudinaria que se concentró en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, para pedir por la liberación de Juan Domingo Perón, quien hasta pocos días antes había sido vicepresidente, ministro de Guerra y secretario de Trabajo y Previsión.

Perón se encontraba detenido en la Isla Martín García por las fuerzas del gobierno de facto de Edelmiro Farrell que él mismo había integrado.

Ese día, miles de trabajadores se concentraron en el centro porteño y rodearon la Casa Rosada, donde los dirigentes de la Junta Militar observaban el panorama.

Tras la insistente presión social surtió efecto: Farrell mandó a llamar a Perón y le pidió que hablara desde el balcón de la Casa de Gobierno para aplacar a la masa que pedía su libertad. Entonces, el hombre que sería presidente por tres mandatos brindó un discurso frente a una plaza repleta de trabajadores.

En sus palabras de aquel día, el dirigente del naciente Partido Justicialista dijo: “He renunciado voluntariamente al más insigne honor a que puede aspirar un soldado: llevar las palmas y laureles de general de la Nación. Lo he hecho porque quiero seguir siendo el coronel Perón, y ponerme con este nombre al servicio integral del auténtico pueblo argentino. Dejo, pues, el sagrado y honroso uniforme que me entregó la patria para vestir la casaca del civil y mezclarme con esa masa sufriente y sudorosa que elabora el trabajo y la grandeza del país”.