Visita de Frigerio: reembolsos al petróleo y barril criollo en agenda
La llegada del ministro posibilitará conocer definiciones en torno a temas sensibles para la cuenca.
Vale recordar que el propio Frigerio garantizó meses atrás, ante el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, que no está en agenda la modificación del barril criollo, es decir la eliminación del precio de referencia del petróleo para el mercado interno, que se sostiene por encima de los valores internacionales. Sin embargo, el propio gobierno de aquella provincia hizo su proyección de presupuesto sobre valores más bajos que los 67 dólares que hoy recibe cada unidad del crudo tipo Medanito, estimándolo en el orden de los 63 dólares para el año próximo. No obstante, YPF acaba de anunciar una retracción en las inversiones previstas para el año próximo en la Cuenca Neuquina, recortando 1.200 millones de dólares y proyectando un precio de barril más cercano a los 52 dólares.
En Chubut, la previsión presupuestaria se hizo tomando un barril en el orden de los 49 dólares, lo que representa una baja de casi 6 dólares en relación al precio reconocido para el crudo Escalante a lo largo de 2016, con 54,90 dólares.
Y si bien Frigerio representa al ala del gobierno proclive a dar cierta continuidad a la política de precios sostén, aún cuando se pueda disminuir en algunos puntos (pero evitando la alineación directa con el mercado internacional) el sector encabezado por el ministro de Energía, Juan José Aranguren, sigue dando señales de intentar reducir o eliminar ese sistema, para dejar flotar ese precio con los valores internacionales. Entre los argumentos de este sector se cuenta el hecho de que el barril criollo se sostiene vía aumentos de combustibles, algo que hace insostenible al sistema: no sólo por el impacto inflacionario y el deterioro del poder adquisitivo de la mayor parte de la población, sino porque las operadoras muestran una tendencia creciente a importar gasoil y a cubrir una parte del negocio comprando barato afuera para vender caro adentro, retrayendo aun más sus inversiones de perforación y explotación.
Por eso, la visita del funcionario nacional servirá para proyectar con mayor precisión qué tipo de escenarios pueden esperarse para el año próximo. Desde el gobierno provincial se preparan argumentos técnicos basados en la necesidad de que el Estado nacional siga compensando los aportes que recibió de esta región hasta no hace mucho, cuando el crudo internacional superaba los 100 dólares “y a nosotros nos pagaban 42”, según recordó a esta agencia uno de los integrantes del gabinete que trabaja en el tema.
De igual modo, se pondrá sobre la mesa la discusión en torno a los reembolsos a la exportación por puertos patagónicos. El esquema vigente reporta a la exportación de petróleo alrededor de 110 millones de dólares, además de 150 a las mineras y, 80 a las pesqueras y 42 millones de dólares a las exportaciones de aluminio. De ese listado, el gobierno pediría por la lana y el aluminio, además de la consideración por el sector petrolero para evitar que la actividad siga retrayéndose, pero rechaza la posibilidad de que el Estado siga aplicando el beneficio a la minería.
El gobernador tendría a mano un proyecto que impulsó durante la gestión anterior y que no llegó a cristalizarse, que es un cambio radical en el sistema de reembolsos: el mismo apunta a que sea gradual y que el beneficio crezca en relación a la incorporación de valor sobre el producto exportado, disminuyendo según se trate de un producto netamente primario. Por caso, el ejemplo de la lana siempre está a mano, para comparar la generación de valor entre la exportación de este producto crudo, mucho más bajo que el impacto que generan las grandes marcas de hilados en Europa, usufructuando ese mismo producto.
Con todo, no serán los únicos temas, de una agenda que necesariamente debe proyectarse al mediano plazo: Chubut es una de las provincias más postergadas en materia de coparticipación federal de impuestos. La generación de recursos impositivos generados en sus jurisdicciones es desproporcionadamente alta frente a la baja tasa de retorno a la provincia, que percibe sólo un 2% del total de la torta de la coparticipación.
Una agenda variada y profunda, que no podrá agotarse en un solo encuentro.