¿Cuál es el motivo del apagón masivo en el AMBA?
El corte afectó a dos millones de usuarios y el ENRE inició un expediente para determinar las causas.
Un masivo apagón dejó sin suministro eléctrico a más de dos millones de usuarios en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) el pasado 5 de marzo. La interrupción del servicio fue consecuencia del desenganche de dos líneas de alta tensión de 220 kV de la empresa Edesur, lo que provocó la salida preventiva de varias centrales de generación. Funcionarios y especialistas analizan la posibilidad de un sabotaje, ya que no se hallaron indicios de fallas habituales en la infraestructura afectada.
El primer corte ocurrió a las 5:24 en las líneas Bosques-Hudson 1 y 2, dejando sin electricidad a 550.000 usuarios. Según el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), esta falla provocó una pérdida de generación de aproximadamente 2.200 MW. A las 7:30, el 95% de los afectados había recuperado el servicio y a las 8:09 se restableció por completo.
Horas más tarde, a las 12:07, se produjo un nuevo corte con la salida de las líneas 50 y 51, que conectan las subestaciones Costanera y Hudson. Este incidente dejó sin suministro eléctrico a 740.000 usuarios, alcanzando un pico de 2 millones de afectados. En el momento de mayor impacto, la falla sacó de servicio 800 MW de demanda y 2.500 MW de generación, afectando a más del 10% del consumo energético del país.
La investigación
El ENRE abrió un expediente de oficio para evaluar las causas del incidente y determinar posibles sanciones. Como parte de la investigación, solicitó a Edesur informes técnicos sobre las fallas registradas.
Desde la empresa distribuidora señalaron que en la revisión del recorrido de las líneas Bosques-Hudson se encontraron cables caídos en las zonas afectadas. Según fuentes internas, este hallazgo sugiere la posibilidad de una intervención externa. "No hubo incendio, ni vientos fuertes, ni tormentas que expliquen el desenganche de las líneas", indicaron trabajadores de Edesur.
Por su parte, la secretaria de Energía, María del Carmen Tettamanti, y el CEO de Enel Argentina -empresa controlante de Edesur-, Claudio Cunha, coordinaron el operativo de emergencia en el centro de control SACME, donde operan técnicos de Edesur y Edenor. A las 18:00, solo quedaban 20.000 usuarios sin suministro, cifra que se redujo a 7.000 al día siguiente.
El apagón afectó principalmente a usuarios de Edesur, cuya concesión abarca el sur de la Ciudad de Buenos Aires y el AMBA, con 2.670.190 clientes. En contraste, Edenor, que opera en la zona norte y tiene 3.305.017 usuarios, registró menos interrupciones.
Una de las diferencias señaladas entre ambas compañías es la planificación territorial. Según fuentes del sector, en la zona de Edesur se permitió la construcción de edificios sin exigir espacios destinados a cámaras eléctricas en las plantas bajas, lo que impacta en la infraestructura de distribución. En cambio, Edenor impone esta exigencia a los nuevos desarrollos inmobiliarios.
La investigación del ENRE continuará en las próximas semanas con la recopilación de información técnica y peritajes en la infraestructura afectada. Mientras tanto, desde el sector energético se espera una definición sobre la posible existencia de una intervención intencional en las líneas de transmisión.
Inversiones y mantenimiento
Edesur señaló en reiteradas ocasiones que las interrupciones recurrentes del servicio se deben a la falta de actualización tarifaria en los últimos 15 años, lo que afectó su capacidad de inversión. La empresa informó que en 2023 destinó $29.000 millones a mejoras en la red y que prevé una inversión de $746.000 millones en los próximos cinco años.
Edenor, por su parte, informó que desde 2013 invierte anualmente unos 205 millones de dólares en su infraestructura. En 2024, destinó más de $385.000 millones a mantenimiento y expansión del servicio. Además, anunció un plan de inversiones de 1.275 millones de dólares para el período 2025-2029.
