Advierten que un temporal como el de Bahía Blanca podría paralizar Vaca Muerta
Especialistas señalan la necesidad de una nueva represa sobre el río Neuquén para mitigar los riesgos de inundaciones y garantizar la producción energética.
El reciente temporal que afectó a Bahía Blanca encendió las alarmas sobre la posibilidad de que un evento similar impacte en la región del Comahue. Expertos en recursos hídricos advierten sobre la falta de infraestructura para contener una crecida extrema del río Neuquén y destacan la necesidad de construir una represa para mitigar los riesgos.
Elías Sapag, ex representante de Neuquén en la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), señaló que la infraestructura actual no es suficiente para contener una crecida extraordinaria del río Neuquén. "Todos los profesionales ya han dicho lo que hay que hacer", afirmó en declaraciones radiales. "No hay manera de solucionar la crecida del río Neuquén si no hay una represa".
Ana Cecilia Dufilho, doctora en Ingeniería del Agua y Medioambiental y docente de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo), advirtió que las probabilidades estadísticas indican que un temporal de lluvias podría afectar a la región. "El crecimiento urbano ha generado más zonas impermeables, lo que aumenta el riesgo de inundaciones, sobre todo en las áreas cercanas al río Neuquén", explicó en una entrevista con LU5.
Según Dufilho, el sector del río Neuquén es el que presenta mayor riesgo, ya que las aguas del Limay están reguladas por varias represas. "El derivador en Barreales y en Portezuelo disminuyó el riesgo, pero si se busca mayor seguridad, es necesario contar con represas de mayor volumen de almacenamiento", indicó.
El impacto en Vaca Muerta
Sapag advirtió que una crecida fuerte del río Neuquén no solo podría afectar a las ciudades ribereñas, sino también comprometer la producción en Vaca Muerta. "Si un temporal afecta Loma La Lata, en Vaca Muerta, dejan de bombear 110 millones de metros cúbicos por día y eso representa un colapso nacional", sostuvo.
En este sentido, señaló que las ciudades cercanas al yacimiento, como Añelo, San Patricio del Chañar y Neuquén capital, podrían sufrir consecuencias directas ante un evento climático extremo. "Si la crecida supera los 11.500 metros cúbicos por segundo, la represa se rompe. Con 10.300 metros cúbicos ya llegó hasta las oficinas de Loma La Lata", detalló.
El proyecto Chihuidos y la falta de financiamiento
Desde hace décadas, el proyecto Chihuidos es señalado como una alternativa para regular el caudal del río Neuquén y reducir los riesgos de inundaciones. Entre 1965 y 1967 se realizaron los primeros estudios de suelo y el proyecto fue presentado en 1977. Actualmente, la construcción de la represa está en manos de China, aunque su financiamiento sigue pendiente.
Sapag recordó que el gobierno provincial avanzó en la presentación del proyecto para su licitación, pero que no hubo decisión política a nivel nacional para concretarlo. "Ningún presidente, ni Cristina Fernández, ni Macri, ni Alberto Fernández, avanzó en la obra. Se trajeron inversores alemanes, rusos, de todos lados, pero Nación nunca aprobó los fondos", sostuvo.
Según los cálculos oficiales, Chihuidos podría generar 637 megawatts de potencia, incrementando en un 20% la generación energética de las represas del Comahue. Además de su aporte al sistema hidroeléctrico, permitiría garantizar el suministro de agua para el desarrollo de Vaca Muerta y la fruticultura de la región.
Infraestructura y planificación urbana
El exfuncionario de la AIC recordó que Neuquén capital ya sufrió inundaciones significativas en el pasado, con precipitaciones de hasta 110 milímetros en pocas horas. "Se hicieron obras para desagotar, pero ninguna ciudad del Alto Valle tiene infraestructura para contener lluvias como las de Bahía Blanca, donde cayeron más de 290 milímetros", afirmó.
Dufilho destacó que la planificación urbana debe contemplar el riesgo de inundaciones y propuso la creación de parques o espacios recreativos en zonas inundables en lugar de instalar infraestructuras críticas, como hospitales o plantas industriales.
Si bien las represas permiten regular los caudales y evitar inundaciones, su mantenimiento es clave para garantizar su seguridad. "Las represas están en buen estado. En su momento, El Chocón tuvo algunas filtraciones, pero se hicieron las obras necesarias para corregirlas", explicó Dufilho.
Sapag enfatizó que la supervisión de las concesionarias debe ser una responsabilidad del Estado. "No se le puede dejar la responsabilidad a las empresas en casos extremos, como sequías o crecidas. Es una cuestión de seguridad nacional", indicó.
