¿Dólar o plazo fijo?: la carrera de los próximos 30 días y lo que hay que tener en cuenta para no perder los ahorros en la previa a las elecciones
Con el proceso electoral acelerándose, quienes tienen capacidad de ahorro buscan cubrirse ante eventuales cambios en la economía, pero con la creencia generalizada de que el gobierno apostará todo lo que tiene a que el tipo de cambio no sufra grandes variaciones hasta las PASO.
Cuando en abril de este año el dólar ‘blue’ dio un salto del 25% en pocas semanas, parecía haber terminado el período de dólar tranquilo y de buscar diferencias favorables a través del plazo fijo, al menos en el corto plazo.
En efecto, la cotización del dólar paralelo había subido sólo un 14% entre principios de enero, cuando arrancó el año en $346 y el pasado 3 de abril, cuando alcanzaba los $395 para la venta. Sin embargo, en ese tórrido cuarto mes del año, el paralelo dio un salto hasta alcanzar los $495 el día 25, para terminar cerrando el mes por debajo de los $470, a partir de las intervenciones del gobierno para aplacar esa tendencia alcista.
Desde aquel récord de abril y hasta esta la última semana, hubo fluctuaciones y en la segunda semana de junio llegó a orillar los $500, pero la calma volvió al mercado, ya que nunca superó la barrera de ese valor simbólico, si bien en algunos momentos parecía que la perforaba, para navegar entre los $480 y $490, pero la cotización creció por debajo del ritmo inflacionario.
Los distintos mecanismos de intervención del Banco Central, para evitar una nueva disparada como la de abril, que terminó reflejándose en una inflación del 8,4% mensual, dieron resultado dentro de esa estrategia de corto plazo, que apunta especialmente llegar con cierta calma de estas variables, a las PASO del 13 de agosto. Se sabe, cada escalada del dólar termina repercutiendo en más inflación, alzas de precios más arriba de lo acostumbrado y un humor social más erosivo.
A CUÁNTO DEBERÍA LLEGAR EL DÓLAR EN AGOSTO PARA GANARLE AL PLAZO FIJO
Si un ahorrista hubiera dudado en esos días de abril entre poner un plazo fijo o volcarse a la compra de dólares como forma de ahorro, en aquel momento parecía que la tasa de interés, más allá de las sucesivas subas, no volvería a ganarle al billete verde.
Sin embargo, algunos cálculos muestran que, faltando poco más de 30 días para las elecciones, la carrera hasta esa meta de llegada sería ganada por el plazo fijo. Según detalló recientemente el economista Maximiliano Montenegro, el dólar debería estar, a fines de agosto, en un valor no inferior a $620, para ganarle a la tasa actual del plazo fijo.
Y en diciembre, debería superar los $850, para poder imponerse sobre la proyección actual de la tasa de interés y de la inflación. “Todo indica que al menos hasta las PASO, el gobierno va a hacer todo lo necesario para que el dólar siga por debajo de la inflación, para que el que haga tasa le gane. El riesgo –advirtió- igual está y la brecha se puede tensionar a cada momento, pero ya está visto que el gobierno está dispuesto a intervenir todo lo posible para evitarlo”.
En ese marco, refirió que aun con las reservas negativas que actualmente tiene el Banco Central, el gobierno dispone aún de alrededor de 20.000 millones de dólares en bonos, que son los instrumentos que ha utilizado por ejemplo en la crisis de abril para tratar de controlar la escalada, con intervenciones de venta que lograron evitar que el paralelo siguiera elevándose.
Aunque no hay certezas absolutas, el economista dijo en su canal de youtube que no parece haber un escenario para una escalada fuera de control, por lo que descartó situaciones extremas, como podría ser un ‘plan Bonex’ (que algunos vaticinan para alentar riesgos de congelamiento de los depósitos a plazo fijo) o algún otro riesgo del tipo ‘corralito’.
CÓMO FUE LA CARRERA FRENTE AL PLAZO FIJO DESDE ABRIL
Más allá del análisis del reconocido economista y periodista, las variables de los dos meses transcurridos desde el último ‘sacudón’ del dólar permiten ver cómo evolucionó el billete en el mercado paralelo y cómo fue el rendimiento del plazo fijo.
Veamos el siguiente ejemplo, partiendo de un ahorrista que contaba con $500.000 a fines de abril y decidió repartir la mitad en dólares y el resto en plazo fijo. Con $250.000, entonces, asustado tras la escalada del dólar en el mes de abril, el martes 2 de mayo pudo comprar 533 dólares. Ese día, el ‘blue’ había bajado, desde el pico del 25 de abril, a $469.
Con los otros $250.000, fue a hacer una colocación a plazo fijo, ya que el Banco Central había decidido, sobre fines de abril y tras el salto del dólar, llevar la tasa nominal anual hasta el 91%, lo que significaba alrededor del 7,5% mensual.
Al cabo de 30 días, el 2 de junio, el plazo fijo había reportado un rendimiento de $18.750, por lo que decidió reinvertir ese interés generado más el capital inicial, totalizando $268.750. Esta vez el aliciente fue mayor, porque a mitad de mayo el Banco Central volvió a elevar la tasa de interés, llevándola al 97%, luego de que se conociera que la inflación de abril había alcanzado su nivel más alto en 20 años, con el 8,4%.
Con esa nueva tasa, el rendimiento mensual subió hasta el 8%, por lo que al terminar junio, el rendimiento alcanzado fue de $21.500. Es decir que al renovar el plazo fijo a principios de julio, depositó un total de $290.250 incluyendo el capital inicial y los intereses generados.
Es decir que el 2 de agosto, podrá retirar un total de $313.470, lo que significa un rendimiento de algo más del 25%.
Las proyecciones del IPC de junio, que se dará a conocer en los próximos días, ya hablan de un ‘optimista’ 7% o incluso algunas décimas por debajo de esa marca, por lo que los analistas anticipan que la tasa de interés se mantendrá sin cambios hasta principios de agosto, previo a las elecciones primarias.
Si esas proyecciones se cumplen y el ahorrista renovase el plazo fijo a principios del mes próximo, en los primeros días de septiembre estaría retirando un total de $338.547, es decir un rendimiento final del 35% con respecto a los $250.000 iniciales, que tenía el 2 de mayo.
En comparación, el dólar paralelo debería cotizar en no menos de $587 a principios de agosto, para reflejar el mismo rendimiento; y superar los $633, para obtener un rendimiento del 35%, tomando como punto de partida la cotización de $469 que presentaba el 2 de mayo.
¿A CUÁNTO COTIZABA EL DOLAR DESPUÉS DE LAS PASO 2019 Y CUÁNTO SUBIÓ DESDE ENTONCES?
Si las proyecciones se cumplen dentro de ese esquema teórico, en el corto plazo de estos pocos meses, entonces, la tasa de interés le estaría ganando al dólar. Sin embargo, cuando el período es más extenso, el billete verde vuelve a imponerse como resguardo de valor.
¿A cuánto cotizaba el dólar el lunes 12 de agosto de 2019, un día después de las PASO de ese año? A $57, lo que significa que hasta la cotización alcanzada el 5 de julio último, con $492, su cotización creció un 763%. Esto significa un valor por encima de la inflación acumulada en el mismo período, ya que los $57 de aquel momento equivalen hoy a unos $430, según la aplicación ‘calculadoradeinflación’ habitualmente utilizada en esta sección, que estimó un índice acumulado del 656%.
Lo anterior permite reafirmar una conclusión irrefutable, comparando la evolución del dólar y el índice de precios. El dólar superó en más de 100 puntos a la inflación acumulada en los últimos 4 años.
Si resulta cierto que el nuevo gobierno, cualquiera sea el signo político, deberá llevar el tipo de cambio oficial muy por encima del valor actual, entonces claramente la mejor forma de cubrirse, luego de la ‘primavera pre electoral’, sería transformar los pesos ahorrados en dólares. Ante la falta de billetes físicos, vuelven a cobrar importancia algunos de los instrumentos financieros ya descriptos en informes anteriores de ‘Economía en Casa’, como Fondos Comunes de Inversión, CEDEARs u Obligaciones Negociables, que permiten la operatoria en pesos pero su eventual conversión en dólares.