"El primer error puede ser el último": las intervenciones al filo de la tragedia de la División Explosivos de la Policía del Chubut
Chubut se considera una 'zona de combate' por los proyectiles que utilizaban las Fuerzas Armadas hace varias décadas. Acorde al crecimiento desordenado de las ciudades, hay mucha actividad recreativa en la zona periférica y la amenaza resurge. En esta nota de ADNSUR, te contamos cuáles son los lugares más 'contaminados' de la provincia y te alertamos sobre el tremendo riesgo de llevarte algún objeto a tu casa.
La provincia de Chubut resulta una aventura extraordinaria para recorrer sus bellísimos paisajes, transitarla y disfrutarla a plenitud por la diversidad de atractivos que contiene y que se disfrutan -con especial intensidad- en este fin de semana extra largo.
Pero también hay un pasado que nos puede reencontrar con la vida o con las heridas por los elementos que pueden aparecer ocultos para el ojo humano como son los materiales explosivos que permanecen en los campos o en los sectores periféricos de las ciudades y que requieren un abordaje serio, puntual y riguroso por parte del personal especializado.
En tal sentido, la Policía del Chubut conformó -en los últimos 5 años- la División Explosivos que se encarga de múltiples tareas: recorren los campos para localizar los proyectiles abandonados y proceder a su destrucción, verificar el transporte de explosivos para las provincias vecinas, intervenir en las amenazas de bombas en las escuelas o en los aeropuertos, mantenerse actualizado en formación permanente y -en especial- trabajar con énfasis en la concientización a la ciudadanía ante los pasos que se tiene que cumplir ante el hallazgo de estos materiales.
En diálogo con ADNSUR, el comisario mayor Diego Facciutto (jefe de la División Explosivos de la Policía del Chubut) recordó “en el pasado, había personal policial que se había capacitado en el manejo del material explosivo pero desviaban la intervención hacia las Fuerzas Armadas. Esa situación provocaba que no tuvieran la responsabilidad de atender la amenaza de principio a fin”.
“Las ciudades chubutenses tuvieron una expansión territorial y demográfica muy importante. Eso provoca que existan asentamientos de viviendas donde no existían en el pasado y un mayor despliegue de gente en los lugares por lo que no había tanto movimiento”, señaló.
“Por ejemplo, se expandieron las actividades de motociclismo y senderismo genera que la gente de movilice en espacios alejados de las urbes. Ahí se realizan los hallazgos casuales de explosivos y se van detectando las zonas de interés", identificó.
Sobre ese aviso, hacemos un mapeo y un rastrillaje de los lugares que se denunciaron en un principio”, agregó.
“Además, estudiamos el ‘mapa histórico’ de la provincia para identificar las ‘zonas contaminadas’ donde existan proyectiles o este tipo de artefactos y que la ciudadanía tenga la mayor seguridad. Son amenazas latentes y hay que limpiarlas”, aseguró.
UNA TENTACIÓN QUE PUEDE SER FATAL
“La mayoría de la gente obra mal con los hallazgos de explosivos porque los manipulan y se los llevan para ponerlo como adornos en sus casas. Esos materiales no fueron concebidos para un patio, galpón o un fogón. Son materiales bélicos"
“En Chubut, las zonas más ‘contaminadas’ son en la bahía Solano de Comodoro Rivadavia, Sarmiento y Puerto Madryn”, precisó.
"El deber moral del ciudadano tiene que ser darle un aviso inmediato a la Policía del Chubut”, alertó.
“En Puerto Madryn en el 2010, hubo un accidente grave cuando una persona manipuló un artefacto en un taller mecánico y lo hizo explotar. Si uno no sabe lo que tiene enfrente, no lo tiene que tocar. La regla es no tocar, señalizar y avisar”, subrayó el jefe policial.
UNA BOMBA DE TIEMPO
“Hay un proyecto para crear un organismo en el Estado provincial que se encargue de controlar las actividades de control en las rutas. Actualmente, hay entre 10 a 15 toneladas de explosivos que atraviesan Chubut de un extremo a otro y se dirigen a la industria de la Minería en Santa Cruz y provienen de provincias del norte del país”, detalló.
“Hay una gran cantidad de explosivos en tránsito y nadie sabe cuando puede ocurrir un problema con eso. Entonces, nosotros tenemos que controlar esos desplazamientos con mayor estructura y recursos”, aseveró.
LEGITIMACIÓN DE LA EXPERIENCIA
“Las siglas de E.O.D. significa ‘especialista en eliminación de artefactos explosivos’. Nuestra zona se considera de ‘combate’ por la presencia de artefactos abandonados y requiere la intervención de especialistas que estén habilitados y se manejen dentro de ciertos parámetros y se enmarquen en una legislación que ya está determinada”, explicó.
“La capacitación es el centro de mi carrera y la intención es profundizar la formación a través del ‘Centro de Formación y Entrenamiento EOD Patagonia Argentina’ donde se van a desarrollar capacitaciones para las Fuerzas Policiales, Fuerzas Armadas y personal civil que interviene en las obras civiles donde se utilizan explosivos como en la industria del petróleo y la minería en Santa Cruz”, anticipó.
“Este Centro va a ser itinerante acorde a los requerimientos de capacitaciones desde otros lugares del país pero también estamos preparados para brindarlos en la provincia. Se van a poder realizar instancias virtuales para los contenidos teóricos y también las actividades prácticas en el terreno”, añadió.
CONVOCATORIA PARA FILIPINAS
“La invitación llegó por el interés de la Armada de Filipinas porque les llamó la atención que una Fuerza Policial provincial realice estas tareas que –habitualmente- forman parte de la órbita de las Fuerzas Armadas”, reveló.
“Querían saber la capacitación que teníamos nosotros para poder enfrentar ese tipo de trabajos. Internacionalmente, el trabajo de desminado está muy fraccionado. O sea, cada cual tiene una función y no puede interferir con la de otro efectivo”, repasó.
“A ellos, les llamó la atención que nosotros hagamos todo y se interesaron por las capacitaciones, la nivelación y todas las especializaciones, los peritajes, las pruebas, la investigación histórica”, enumeró.
“Me convocaron como jefe de instructores para supervisar –en principio- un proceso virtual y luego las prácticas en el terreno”, completó Facciutto.
RECOMENDACIONES
Principalmente, es fundamental que se nos ‘grabe a fuego’ que -ante los casos de localizar material explosivo abandonado- hay que seguir tres pasos simples pero claves: NO tocar, señalizar y avisar a la Policía del Chubut a través del 101.
Estas situaciones nos recuerdan la intensidad de las prácticas que realizaron las Fuerzas Armadas desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría y -en especial. la tensión con Chile de diciembre de 1978 y el conflicto de Malvinas de 1982.
En particular, las personas que practican deportes o realizan actividades recreativas en las zonas periféricas de las ciudades tienen que extremar las precauciones. Esta situación es otro de los resultados de la expansión territorial y demográfica apresurada al margen de la debida planificación de los terrenos donde se avanza con la edificación.
Uno de los peores errores es intentar llevarse alguno de estos objetos para decorar los patios, jardines ni mucho menos los fogones o los quinchos. Son materiales que pueden explotar en cualquier momento y requieren una evaluación del personal especializado.
Además, hay que estar atento al desplazamiento de los camiones que recorren la provincia con el traslado de una importante cantidad de explosivos.
Los proyectiles abandonados y otros elementos de un alto poder de detonación (también conocidos como 'ordenanzas') están ocultos a lo largo de la enorme geografía provincial. Hay que tener absoluta prudencia, llamar a la Policía, retirarse de inmediato de la zona y poner a resguardo a nuestros familiares y allegados.