Tras la audiencia pública por el boleto de ómnibus, el presidente del Ente de Control de Servicios Públicos del Municipio, Carlos Jurich, informó que tras cumplirse esa instancia no hay mucho margen para discutir el nuevo valor del boleto (a partir de la propuesta de llevarlo a $89,50 y $93,85 para el segmento urbano y suburbano, respectivamente), ya que “hace un año que no se toca y en ese tiempo hubo un 87% de aumento en los salarios y más del 180% en el rubro cubiertas, entre otros costos”.

Jurich recordó que lo que paga el usuario “es un 27% del costo del servicio, ya que el resto son subsidios, en los que casi la mitad lo pone el municipio, un 21% lo pone Nación y un 8% la provincia. Quien toma el colectivo paga un pedacito del boleto, porque el resto está subsidiado”, expresó, en diálogo con Actualidad 2.0.

“Fuera de que nos guste o no, o sea impopular ajustar el precio de un servicio, la realidad es que todos los precios suben, incluida la paritaria de los trabajadores del transporte –afirmó-, razón por la cual no hay otra alternativa que ir copiando la suba de la inflación, aún con mucho atraso y con mucha ayuda del estado nacional y de la municipalidad”.

De aprobarse el proyecto de aumento que se encuentra en el Concejo Deliberante, el colectivo aumentaría en el mes de diciembre. Foto: archivo
De aprobarse el proyecto de aumento que se encuentra en el Concejo Deliberante, el colectivo aumentaría en el mes de diciembre. Foto: archivo

Recordó que sin los subsidios, el valor del boleto alcanzaría los 270 pesos, por lo que indicó que “sería una locura hacer recaer todo el peso sobre las espaldas de los usuarios. Creo que es un sistema justo, en contra de lo que plantean algunos dirigentes, como Milei, que piden eliminar todos los subsidios”.

En cuanto a las críticas al servicio, dijo que “fue una sola de las personas y lo que cuestionó fue en relación a la limpieza de los ómnibus, que se lavan al salir de la terminal hasta regresar, luego de un recorrido de 30 kilómetros. Hay un tema cultural en el que se encuentran desde pañales usados hasta los elementos más asquerosos que se pueda imaginar”, cuestionó.

También reconoció que hubo reclamos por la dificultad para la accesibilidad de personas con problemas de motricidad, pero justificó que en la ciudad hay dificultades geográficas que impiden el uso de unidades con pisos bajos, que no pueden atravesar zonas con pluviales a través de badenes y distintas irregularidades del terreno.  

Finalmente, indicó que el dictamen del Ente había sido elaborado por la gestión anterior, pero reconoció que “no hay nada para inventar: los números son números y la inflación existe. Como el Ente hace recomendaciones técnicas, no tiene margen para emitir opiniones de otro carácter”.

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