Foto fuente: Geoambiente

COMODORO RIVADAVIA (Por Geambiente / Especial para ADNSUR) - La natación es considerada uno de los deportes más completos, utiliza la musculatura de las piernas, del tronco y los brazos.

Con el comienzo de las actividades escolares, muchas familias hacen que sus hijos concurran a un natatorio. Es importante tener en cuenta que el natatorio incluye la piscina de natación y el recinto de la misma (vestuarios, duchas, sanitarios, servicio médico).

La piscina es un baño comunitario y como tal, expone a las enfermedades transmitidas por el agua que pueden incluir una amplia variedad de infecciones, como gastrointestinales, de la piel, de los oídos, de los ojos, respiratorias, neurológicas y de las heridas.

No es probable que algunas enfermedades como las producidas por los piojos y los oxiuros (parásitos) se propaguen por el agua en situaciones recreativas, sin embargo, existe un riesgo potencial de adquirirlas en las instalaciones a través del contacto con otras personas o con objetos y superficies contaminados.

LA CALIDAD DEL NATATORIO

Es importante que podamos informarnos sobre aspectos que involucran la calidad del natatorio y ser consumidores responsables.

Existen varios aspectos a tener en cuenta de antemano, si el natatorio ofrece eventos ocasionales como colonias de vacaciones, cumpleaños y fiestas, ya que estas situaciones suelen desmejorar la calidad del agua porque concurren muchas personas en cortos periodos de tiempo y sin revisación médica.

Es necesario consultar qué medidas preventivas se utilizan en estos casos.

Algunos aspectos que usted puede observar como usuario son los siguientes:

• Agua limpia y clara, debe poder ver claramente cualquier raya pintada en el fondo de la piscina.

• Paredes y pisos de la piscina no deben estar pegajosos ni resbalosos.

• Una piscina bien tratada con cloro tiene poco olor, casi imperceptible. Un fuerte olor a producto químico indica un problema de mantenimiento.

• Observar si las bombas y los sistemas de filtración de la piscina están funcionando, pueden percibirse por un leve sonido o por el movimiento del agua.

A la hora de elegir el lugar adecuado para su familia puede consultar los siguientes aspectos:

Capacitación especializada que recibió el personal con el objetivo de prepararse para trabajar en la piscina, si controlan los parámetros fisicoquímicos del agua, que le muestren los controles que se le han realizado por los profesionales competentes

• Tome la iniciativa de buscar espacios donde el agua recreacional se encuentre en óptimas condiciones, no solo la comodidad de estar cerca o porque va con algún compañerito.

• Si decide llevar a un bebé asegúrese que esté habilitada con ese fin, los bebés suelen defecar y los pañales no filtran la materia fecal con lo cual los gérmenes que contiene pueden pasar al agua. Consulte con su pediatra si es la edad adecuada para comenzar esa actividad teniendo en cuenta la calidad del agua.

• Durante la revisación médica esté atento y preste atención: debe revisarse uñas (no puede concurrir con uñas pintadas), axilas, cuello, ingle, boca, ojos, entre otros. Si la inspección duró escasos minutos recuerde que todos los bañistas han pasado por la misma situación. Esto implica mayor riesgo. Existen lugares donde este paso no es necesario ya que el agua de la piscina no supera los 23 °C.

• Observe la cantidad de bañistas que concurren al mismo tiempo, la sobrepoblación de la piscina aumenta el riesgo de enfermar.

HÁBITOS SALUDABLES

Es primordial que usted también practique comportamientos de natación saludables: absténgase de nadar cuando presente diarrea, evite tragar agua de la piscina e incluso dejar que le entre en la boca, dúchese con jabón antes de nadar y lávese las manos después de ir al baño o de cambiar pañales.

Lleve a los niños al baño cada determinado tiempo o revise los pañales con frecuencia. Cambie los pañales en un baño y no al lado de la piscina, y limpie bien el área donde cambió el pañal.

Los ubicados dentro del ejido de Comodoro Rivadavia (Chubut- Argentina) se encuentran regulados mediante la ordenanza de natatorios 8689/06 y sus modificaciones, las cuales consideran los diferentes aspectos a tener cuenta para el correcto diseño, operación y mantenimiento de los mismos, siempre y cuando sean utilizados por la comunidad. Esta también prevé las condiciones que deben reunir para matronatación y/o personas que usen pañales.

Dentro de los aspectos que se consideran, la salubridad ambiental es un factor crítico que garantiza la salud de sus usuarios en la práctica deportiva.

La inadecuada higiene, desinfección y mantenimiento de las instalaciones se refleja en la calidad del agua de la pileta. El conocimiento, la metodología utilizada y la capacitación del personal interviniente son primordiales para lograr el resultado buscado.

La prevención de enfermedades transmitidas por el agua en lugares de recreación acuática es un problema multifacético que requiere la participación del personal de mantenimiento de la piscina, los nadadores y los departamentos de salud.

El mantenimiento inadecuado puede dar como resultado bajos niveles de desinfectante que pueden permitir la propagación de una gran variedad de gérmenes patógenos. A pesar de que por sí solo el personal de mantenimiento de la piscina no puede resolver por completo estos problemas complejos, desempeña un papel importante para garantizar la salud de los usuarios de la piscina.

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