CAPITAL FEDERAL - Se dio finalmente lo que en el sector se esperaba. Las naftas suben un 10% promedio en todo el país a partir de este lunes, siendo así el primer aumento después de las elecciones legislativas que confirmó el triunfo de Cambiemos. El gasoil, por su parte, aumentará un 9 por ciento.

La última suba se había dado el 2 de julio y las petroleras ya venían preparando el ajuste en los surtidores tras la devaluación y la liberación de los precios del crudo luego de 16 años, por lo que cada empresa define hacia delante el precio de venta al consumidor.

Con todo, el ajuste seguirá la misma línea para todas las empresas del sector, con YPF, Shell, Axion, Pampa Energía y Oil, de Cristóbal López, como los principales actores. El litro de súper subirá un 10% y el de Preimum un 12%, con los cual las subas irán del 9 al 12 por ciento.

La petrolera estatal YPF -que tiene el 55% del mercado- elevó el precio de un 10% en promedio, por lo cual el litro de súper pasó de $19,75 a $21,72. Y el litro de súper (Infinia) se incrementará de $22,33 a casi $25 en Capital Federal. En todos los casos, los precios son superiores en la provincia de Buenos Aires y más altos en el interior del país, donde se elevan por impuestos y tasas municipales.

Por su parte, la empresa Shell confirmó a Infobae que los precios de venta al público en las estaciones de servicio de la Ciudad serán los siguientes: el litro de súper pasa de $19,99 a 21,97%, una suba del 9,9%. El litro de la Premium de la marca -Power Nitro-aumenta 11,91%, de los $22,99 a los $25,73; la Shell fórmula Diesel de $17,76 a $19,35 y confirma un ajuste del 8,95%, mientras que la Shell V-Power Nitro Diesel se encareció 9,89%, hasta $22,54 el litro.

¿Cuál será la incidencia en la inflación de octubre? Según los cálculos de Infobae, la suba de naftas incidirá entre un 0,2% a 0,3% en el Índice general de precios al consumidor. El atenuante para el IPC del décimo mes del año es que no se repetirán subas en salud, colegios privados e indumentaria por cambio de estación.

Las petroleras venían barajando una suba del 6% en los surtidores, tras el ajuste de comienzos del año en el canal mayorista; aunque reconocían que el 10% que ahora se confirma permitiría adecuar los precios tras la devaluación del peso, que había avanzado con fuerza tras las primarias. El dólar se ubicaba a $17,05 para la venta a principio de julio, mientras que hoy se ubica en 17,70 pesos.

En lo que va del año, las naftas acumulaban un aumento en torno a un 15%, por debajo del IPC que mide el Indec. Con el último retoque, se pondrán en línea con la suba de precios. La devaluación del peso impacta sobre el valor del petróleo, porque se paga en pesos según la cotización de la moneda norteamericana. Y, ante todo, es la principal materia prima a la hora de producir el combustible.

Las naftas habían subido un 8% en enero, descendieron un 0,1% en abril y aumentaron un 7% en julio. Por ahora las subas son convalidadas, ya que el consumo de combustible crece mes a mes.

A principios de 2017, el Gobierno había acordado con la industria revisiones de precios cada tres meses. Estos aumentos considerarían tres variables:  la devaluación del peso, la evolución el precio interno del barril del petróleo crudo y el costo del biocombustible. Las revisiones trimestrales ya no se dan tras la liberación del crudo, y la suba se da casi cuatro meses después de la última, con un pacto político para que no se produzca antes de los comicios del domingo 22 de octubre.

Fuente: Infobae

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