A 24 años del incendio en "Casa Tía": el recuerdo de una de las tragedias que enlutó a todo Comodoro
El 23 de noviembre de 1999 el centro de la ciudad fue protagonista de una de las peores tragedias que se vivieron, donde el fuego se apoderó del supermercado donde había más de 300 personas. El incendio dejó más de 60 heridos y dos muertos.
La tarde del 23 de noviembre del año 1999 transitaba tranquila en Comodoro Rivadavia, pero todo cambió de un minuto a otro cuando una explosión, humo y sirenas llenaron el centro de la ciudad.
El supermercado "Casa Tía", ubicado sobre la calle Pellegrini, donde hoy funciona Carrefour, se convirtió en el escenario de una de las peores tragedias. El cielo raso se desplomó, el fuego y el humo invadieron todo en cuestión de segundos. Había 94 empleados y unos 250 clientes comprando cuando el fuego se apoderó del local.
A los minutos, comenzaron a salir desde el interior personas quemadas, ensangrentadas y desorientadas sin saber qué había sucedido.
Hoy se cumplen 24 años de lo que fue una de las mayores tragedias que vivió la ciudad petrolera. Más de 60 heridos y dos personas fallecidas aún es un recuerdo doloroso de la tragedia que enlutó a todo Comodoro.
PROTEGIÓ A SU HIJA CON SU CUERPO
En 2020, al cumplirse 21 años del incendio fatal ADNSUR habló con Tania Pires, una sobreviviente de la tragedia junto a su padre. Fue una de las tantas personas que ingresó al supermercado “Casa Tía” a hacer unas compras.
En aquel entonces tenía 15 años y su papá había pasado a buscarla a la salida de la escuela. “Voy a comprar algo para el almuerzo ¿Te querés quedar en el auto? Voy y vengo en un ratito”, le dijo. Tania decidió acompañarlo y entró junto a su padreal supermercado.
“Cuando ingresamos y haciendo dos metros de la entrada miro el techo y veo un chispazo. Se desmoronó en un segundo el cielo raso y atrás del chispazo vino una bola de fuego roja. Mi papá atinó a taparme la boca. Yo no reaccioné. Me abrazó y con la expulsión de la fuerza de esa bola de fuego salimos para afuera; estaba todo oscuro, lleno de cenizas. Era la calle. Quedé en el medio de dos autos con mucha gente encima de mí y lo perdí de vista a mi papá. Sentí que estaba ahí adentro atrapada y que me iba a morir. Sentía que me iba a quedar asfixiada ahí adentro”, relata Tania con esa sensación en el cuerpo que creía superada.
Juan Carlos Pires cubrió con el cuerpo a su hija de 15 años y la salvó de las llamas. Habían quedado rodeados por el fuego y, abrazados, lograron salir del supermercado. “Cuando lo vuelvo a ver afuera estaba todo quemado, tenía una campera de cuero que al sacársela se le veía toda la espalda, el brazo y todo el cuello quemado”. Fueron los primeros segundos de la tragedia que se había desatado; aún no habían llegado los bomberos ni ambulancias.
Tania y su papá pararon un taxi que pasaba por la calle y fueron al hospital por sus propios medios. Allí le practicaron las primeras curaciones. Por la gravedad de las quemaduras Juan Carlos fue uno de los derivados a Buenos Aires, allí permaneció un mes con cuidados intensivos hasta que pudo volver a Comodoro con su familia.
“Si bien mi papá nunca se quejó por todas las operaciones e injertos por los que pasó mientras estuvo internado, fue algo que marcó a nuestra familia”. Sin embargo, tres años después, en 2002, la familia volvió a vivir una tragedia. “En mi egreso mi papá falleció de un paro cardiorrespiratorio. Yo no sé qué es la historia ni por qué pasan estas cosas, pero evidentemente emocionalmente nosotros estamos ligados”, aseguró Tania.