A un año de la caída del avión sanitario que había repostado en Comodoro, piden justicia para las cuatro víctimas

La familia de Denise Torres García, una enfermera de 30 años que el 1 de julio del año pasado falleció junto a otras tres personas al estrellarse el avión sanitario en el que viajaba de regreso desde la ciudad fueguina de Río Grande hacia Buenos Aires, denunció la “falta de avances” en la causa que investiga el accidente.

El 1 de julio de 2022, un avión sanitario que había trasladado a un bebé de cinco mesesjunto a sus papás desde la ciudad de Buenos Aires hasta Río Grande, en Tierra del Fuego,se estrelló en el momento del despegue para su regreso.

La aeronave explotó y sus cuatro tripulantes murieron en el acto: el comandante Claudio Canelo, el copiloto Héctor Vittore, el médico Diego Ciolfi y Denise, enfermera.

“¡Estamos pidiendo justicia por Denise y todos los tripulantes a bordo que fallecieron ese día! ¡Nadie se quiere hacer cargo! Somos familias enteras destruidas; nadie tuvo hasta acá ni un mínimo de compasión”, imploran los familiares de Denise en una campaña de recolección de firmas en reclamo de justicia que lanzaron a través de la plataforma de Change.org ( https://Change.org/JusticiaPorDenise ) y que lleva reunidas más de 37.000 adhesiones.

Con esta demanda, familiares y amigos de la joven -que hacía pocos meses había empezado a participar de vuelos sanitarios como enfermera- encabezaron este sábado, al cumplirse un año de la tragedia, una marcha en reclamo de justicia en la calle Galván, en el barrio porteño de Villa Urquiza.

“Denise merece justicia y nosotros, su familia, necesitamos saber qué sucedió aquel fatídico día. Además de trabajar en el área de Terapia Intensiva Pediátrica del Sanatorio Finochietto, en CABA, Denise era fanática de Racing, jugaba al fútbol, al hockey, cantaba, estudiaba, y era voluntaria en la Villa 31. Tenía toda la vida por delante”, aseguran sus familiares.

El avión sanitario de la empresa Ader Servicios Aéreos -un LearJet 35A, matrícula LV-BPA- se estrelló en el aeropuerto de la ciudad de Río Grande, en Tierra del Fuego, antes de levantar vuelo, el 1 de julio de 2022.

La aeronave había partido a las 8.45 de ese día desde el Aeropuerto de San Fernando, en la zona norte del conurbano bonaerense, y, tras una escala en Comodoro Rivadavia había llegado a Río Grande (Tierra del Fuego) con el bebé y sus padres a bordo, en un operativo exitoso.

Ese mismo día, minutos después de las 14, cuando se disponía a emprender el regreso hacia Buenos Aires, en el momento del despegue, el LearJet se precipitó a tierra.

En marzo pasado, la Junta de Seguridad en el Transporte (JST) había informado que ya contaba con los resultados de la caja negra de la aeronave Learjet LJ35A, matrícula LV-BPA, que fueron enviados a analizar a un organismo especializado de Estados Unidos.

"La JST recibió de manera digitalizada y encriptada la información contenida en el CVR (la denominada “caja negra”) de la aeronave LV-BPA. La lectura y análisis del CVR estuvo a cargo de la National Transportation Safety Board (NTSB), de los Estados Unidos, que, en su laboratorio, realizó la apertura del dispositivo, procedió al desmonte del registro y la bajada del audio en cuatro canales", según se consignó en un comunicado.

Además, allí se había indicado que, a partir de ese momento, “el laboratorio de la JST y la Dirección Nacional de Investigación en Sucesos Aeronáuticos (Dnisae)” realizarían la “transcripción de la grabación, pruebas y análisis de filtrado de los audios”.

“Este contenido será analizado por los técnicos con el fin de formar parte de la investigación
y será utilizado en la confección del Informe Final del suceso”, se había informado en marzo
pasado.

“También, se coordinará con el Juzgado Federal de Río Grande, Tierra del Fuego, para que
acceda a la información para la causa que está llevando adelante", se había indicado en el
texto difundido por el organismo dependiente del Ministerio de Transporte.

El expediente que investiga esta tragedia, en la que murieron cuatro personas, tramita en el
juzgado federal de Río Grande, a cargo de la jueza Mariel Borruto, con intervención del
fiscal Marcelo Rapoport.

Ciolfi, el médico pediatra que murió en el accidente, había sido -dentro de su recorrido
profesional- director del Hospital Zonal de Caleta Olivia, en la provincia de Santa Cruz. Desde noviembre pasado, la sala de Pediatría de ese centro asistencial lleva su nombre, en
su memoria.