El país se enfrenta a un verano con condiciones climáticas extremas que aumentan la preocupación por el riesgo de incendios forestales. Los pronósticos apuntan a temperaturas más altas de lo habitual y a una baja probabilidad de lluvias entre enero y marzo. Esta combinación eleva las posibilidades de eventos críticos en áreas boscosas y forestales, especialmente en lugares como Bariloche y otras regiones cercanas.

El fenómeno climático de La Niña, que afecta las precipitaciones y las temperaturas, está en camino. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos había pronosticado su aparición para mediados de 2024, pero los últimos análisis sugieren que podría manifestarse entre enero y marzo de 2025. Este fenómeno se caracteriza por el enfriamiento anómalo de las aguas del Océano Pacífico, lo que altera la circulación atmosférica tropical.

La Niña, en particular, tiende a disminuir las lluvias y a elevar las temperaturas en América del Sur, lo que crea las condiciones ideales para la propagación de incendios forestales. 

Por otro lado, su contraparte, El Niño, está vinculado con un aumento de las precipitaciones y el calentamiento de las aguas del Pacífico, lo que genera riesgos de inundaciones. Ambos fenómenos forman parte del ciclo Oscilación Sur-El Niño (ENSO), que no ocurre todos los años, sino que alterna entre dos y siete años.

El riesgo de incendios en el país es alto debido a las altas temperaturas proyectadas y a la baja humedad del suelo. La acumulación de vegetación seca tras un invierno y primavera con lluvias irregulares aumenta el combustible natural para los incendios. Las regiones más expuestas a este peligro incluyen la Patagonia, Córdoba y el Litoral, que cuentan con vastos bosques.

Las autoridades, como el Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales y el Servicio de Manejo del Fuego, instan a la población a redoblar las medidas preventivas. 

Entre las recomendaciones se destacan evitar el uso de fuego en áreas naturales, no realizar quemas domiciliarias, no arrojar colillas de cigarrillos ni residuos inflamables, y comunicar cualquier indicio de incendio a las autoridades.

La NOAA estima una probabilidad del 60% de que La Niña afecte a Argentina, aunque también existe un 20% de posibilidades de que no se materialice, lo que podría resultar en condiciones climáticas neutrales. Sin embargo, los especialistas coinciden en que, independientemente de la presencia de La Niña, el país afrontará una temporada de alto riesgo debido a las características climáticas actuales.

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