Aumentos de luz y gas: qué habrá que mirar para recibir una tarifa subsidiada
Ingresos, bienes, consumo y zona bioclimática serán las referencias para nuevo esquema de subsidios, de acuerdo con lo anticipado desde el Gobierno Nacional, tras anunciar fuertes aumentos.
El Gobierno nacional dio a conocer los parámetros que prevé utilizar para la aplicación de un nuevo esquema de subsidios al gas y la electricidad, que incluye criterios de ingresos por grupo familiar y bienes, y de una Canasta Básica Energética (CBE) de consumo y zona bioclimática.
La Secretaría de Energía presentará el informe metodológico para la redeterminación de la estructura de subsidios vigente para usuarios de los servicios de gas y electricidad en la audiencia pública convocada para el 29 de febrero.
El nuevo esquema propuesto adoptará criterios de inclusión y de exclusión, y la aplicación de una CBE que indique los consumos mínimos necesarios para la subsistencia de diferentes grupos familiares, en diversas regiones, meses del año y tipos de suministro.
Así se buscará estimar los fondos públicos que se destinarían a subsidios directos, y obtener el número concreto de beneficiarios en un nuevo esquema.
De acuerdo a lo que anticipa la Secretaría de Energía, la asignación de subsidios se efectuará considerando al hogar como la unidad en la que reside una o un grupo de personas que comparten gastos, por lo cual se tomará en cuenta la suma de los ingresos y bienes de los cohabitantes.
Para ello se realizará un cruce sobre jubilaciones y pensiones, pensiones no contributivas, electrodependientes, programas sociales, empleo independiente, empleo dependiente, inmuebles, embarcaciones, automotores, motos, y aeronaves.
De esta manera, se aplicará un criterio de exclusión del beneficio del subsidio si alguno de los integrantes del hogar cumple al menos una de las condiciones patrimoniales de posesión de 1 aeronave, 1 embarcación, al menos 2 propiedades inmuebles y si la antigüedad del automotor es menor a 5 años.
En segunda instancia, dentro del conjunto de hogares que no hayan sido excluidos por el primer filtro de selección, el acceso al otorgamiento del subsidio se definirá al comparar los ingresos declarados por los miembros de un mismo hogar.
Para ello se valorarán los registros administrativos integrados en el Sistema de Identificación Nacional Tributario y Social (SINTyS), con el monto total del segundo criterio de selección, que es la Canasta Básica Energética.
Esta CBE considera la cantidad de miembros del hogar en tres categorías: de una o dos personas, de tres o cuatro personas o de cinco o más personas.
También se analiza la biozona de residencia para lo cual se clasificarán seis niveles, desde muy cálido hasta muy frío, además de considerarse la media del mes actual a subsidiar para cada biozona específica, y la utilización de servicios como electricidad, gas natural y/o gas licuado de petróleo.
Como resultado de este cruce de variables, un hogar podrá ser subsidiado cuando la CBE represente más del 10% de los ingresos registrados.
A su vez el monto a subsidiar siempre será un porcentaje de la Canasta Básica Energética necesario para garantizar que la misma no exceda el porcentaje de ingresos.
Con este enfoque, se asegura, se pueden calcular distintos consumos necesarios para la vida de cada hogar, por zona geográfica, tipo de servicio y cantidad de convivientes, y determinar el costo de la energía para cubrir el consumo.
La base de registro inicial para el nuevo esquema será la población incluida en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE), implementado a partir del esquema de segmentación tarifaria durante el gobierno anterior.
El análisis de Gobierno también pretende un reordenamiento sobre los denominados Programas Sociales Energéticos, los cuales entrarían en incongruencia por superposición de beneficios que se buscarán limitar.
El antecedente más inmediato de esta revisión es la segmentación dispuesta por el decreto 322 a partir de junio de 2022 para usuarios residenciales de los servicios de energía eléctrica y gas natural por red, lo que permitió una identificación primaria de usuarios de ingresos altos (N1), bajos (N2) y medios (N3).
Así se alcanzó una segmentación en el servicio de electricidad de 5.327.173 usuarios en el segmento N1, 7.971.597 en el N2 y 2.826.360 en el N3.
En tanto, en el servicio de gas fueron categorizados 3.746.668 usuarios como N1, 3.448.967 como N2 y 2.248.429 como N3.
Otro de los programas sociales de mayor magnitud es el Plan Hogar, un subsidio directo creado por el decreto 470 de 2015 para garantizar el suministro de gas licuado de petróleo (GLP) envasado a usuarios residenciales de escasos recursos que no cuenten con servicio de gas natural por redes.
Por el Plan Hogar, al cierre de 2023, se contabilizaban 3.660.935 usuarios, a quienes se transfirió de manera directa a través de Anses mediante cuenta bancaria o Correo Argentino un monto mensual superior a los $ 7.222 millones.
Se suma al esquema de Programas Sociales Energéticos el que contempla a los Electrodependientes, por la Ley N° 27.351, que garantiza el suministro permanente y el componente eléctrico nacional gratuito de energía eléctrica, lo que en enero alcanzó a 7.958 beneficiarios en todo el país.
Finalmente, se encuentra el Registro Único de beneficiarios especiales del Régimen de Zona Fría que aplica una tarifa diferencial que implica la reducción de hasta un 50% sobre el precio del gas por redes en las zonas con las temperaturas más bajas del país, definidas por la Ley 27.637.
El beneficio consiste en una reducción de los componentes fijos y variables de la factura del servicio de gas por redes para usuarios en situación de vulnerabilidad socioeconómica, localizados en localidades de 10 provincias del centro sur del país.