Cómo evitar endeudarse con la tarjeta de crédito en tiempos de inflación: las cuatro claves
Ante la suba del límite de gastos con tarjeta de crédito, que se amplió en un 25% para compras en un solo pago y en un 30% para compras en cuotas, conviene repasar algunos consejos que brindan especialistas para no quedar entrampados en un remedio que resulte peor que la enfermedad.
La periodista Paloma Bokser, especialista en salud financiera, divulgó en su columna de Instagram una serie de consejos para quienes necesitan financiarse con tarjeta de crédito, por lo que llamó especialmente a “no tentarse” con las compras en cuotas frente a la licuación de la inflación, particularmente en supermercados, “donde está crecimiento mucho la compra de comida en 6 cuotas”.
A modo de la vieja “libreta del almacenero”, el plástico se transforma hoy en un instrumento que muchas familias utilizan como una “ampliación del sueldo”, lo que sin embargo puede derivar en más de un problema ante el creciente ritmo inflacionario.
“La suba del límite no es para todos y no es automático, sino que lo resuelve el banco y si te venís atrasando en el pago, o cubriendo sólo el mínimo, no te dan la ampliación”, aclaró, aunque en forma individual se puede consultar y solicitar el mayor límite ante la entidad crediticia, que evaluará si concede o no el mayor límite.
La especialista aclara un primer punto de partida, para evitar engaños a la hora de comprar con tarjeta de crédito.
“Las cuotas sin interés casi no existen, con una inflación del 150% interanual, el diferir un pago en 12 meses tiene costo –advirtió-. Cuando te ponen cuotas fijas, aunque te digan que son sin interés, puede que el gobierno la esté absorbiendo, pero en todo caso la idea es preguntar qué descuento te hacen pagando con en efectivo ahí. Es ahí cuando te dicen el precio real del producto”.
Otra observación importante a la hora de decidir una compra con tarjeta de crédito es no sólo conocer la tasa de interés, sino el Costo Financiero Total (CFT), que incluye gastos de mantenimiento, seguros, comisiones, etc.
“Por ley, esta información tiene que aparecer junto al precio, porque es el costo extra que vas a pagar por la financiación”, explicó la especialista, quien además se desempeña como columnista en reconocidos espacios radiales, como el que dirige Andy kusnetzoff .
LAS CUOTITAS QUE SE MULTIPLICAN
Bokser advierte otro problema en el uso de la tarjeta de crédito, vinculado a la compra indiscriminada en cuotas, que por más que parece “chiquitas”, si no se lleva un control “se van acumulando hasta formar una bola de nieve”.
En muchos casos ocurre que se ve a la tarjeta “como una extensión del sueldo”, ya que puede pasar que “si ganás 150.000 pesos por mes y tenés 100.000 pesos de límite de compra en la tarjeta, pensás ‘puedo gastar 250.000 pesos por mes’, pero eso es un gran error”, advirtió.
El modo de controlar esto es verificar en el resumen la cantidad de cuotas a vencer en el mes y el límite para la compra es ser capaz de pagar todo junto en el mes”. Resumiendo, Paloma dejó 4 tips básicos:
- Antes de decidir la compra con tarjeta y en cuotas, preguntar por el descuento sobre precio contado.
- Mirar siempre el CFT, que es la suma del costo final que se va a pagar por el producto.
- No superar, con las cuotas, el monto que los ingresos permiten pagar en cada mes, para evitar el costo de la refinanciación, que con el correr de los meses puede transformar la deuda en impagable. “Si no podés cubrir el total, no es buena idea ‘cuotear’”, advierte la especialista.
- Una última opción, que se analiza por separado, es evaluar si, en caso de contar con el dinero en efectivo para pagar una compra, resulta conveniente colocarlo en un plazo fijo y hacer la compra con tarjeta.
¿SE PUEDE GANAR USANDO LA TARJETA Y DEJANDO LA PLATA EN UN PLAZO FIJO?
La última opción planteada por la especialista conlleva un nivel más complejo de análisis, porque también dependerá de cada producto y el precio, como el tipo de oferta que se pueda presentar.
Para entenderlo más sencillo, vamos a tomar un producto que está a la venta en una cadena de electrónicos de Comodoro Rivadavia. Elegimos un artículo al azar, por ejemplo para intentar comprar un televisor de 55 pulgadas, marca Hitachi, 4K. El precio en oferta contado es de $162.999, con un descuento del 33% sobre el precio de lista, que en “realidad” sería de $195.995.
Si intentamos comprarlo en 12 cuotas, con “Plan Ahora 12” según ofrece la publicación, la operación demandaría pagos mensuales de $20.720, con una TEA (Tasa Efectiva Anual) del 94,6% y un CFT del 134,5%, lo que derivará en un recargo total del 53%.
De ese modo, el precio final en las 12 cuotas resultará en $248.640. Ahora bien, si tenemos la plata para comprar en efectivo o con débito, entonces pagaríamos el precio con descuento, es decir los $162.999. ¿Conviene hacerlo? ¿O podemos evaluar la opción de colocar esa misma plata en un plazo fijo, para retirar mensualmente las cuotas?
Veamos. Colocar $162.999 a 30 días, con un interés del 8% mensual, arrojaría un rendimiento de 12.995,26, por lo que el saldo final dentro de un mes sería de $154,2817. Si todos los meses retiro el valor de la cuota para cubrir el gasto de la tarjeta de crédito, reinvirtiendo a 30 días el resto del capital, al final del ciclo habremos pagado la totalidad del televisor, y todavía quedarán $19.121 de saldo.
De ese modo, la colocación en plazo fijo resultaría más conveniente que pagar el televisor de contado, aun cuando el saldo final, dentro de un año, estará devaluado en más de un 100%, por lo que su poder de compra equivaldrá a la mitad de lo que representa hoy. Al menos es lo que resulta en este caso, pero puede haber otras situaciones donde la ecuación no arroje el mismo resultado. Con un CFT superior al 300%, difícilmente la cuenta arroje el mismo resultado, por lo que en ese caso la opción más conveniente sería la compra de contado.
En la oferta del televisor que hemos mencionado más arriba, con un CFT relativamente bajo, la ecuación sería mejor aun si se cuenta con el dinero y también con la posibilidad de afrontar el pago de la cuota mensual, ya que el plazo fijo, al cabo de un año, con la tasa actual, habrá arrojado un monto de $414.276.
Y si no tenés la plata pero contás con límite suficiente en la tarjeta para afrontar la compra (además de la capacidad para pagar todos los meses según los consejos de nuestra experta invitada), la operación en 12 cuotas no sería mala idea, aun con el recargo del 53% en el precio final.
Es que al actualizar el valor final de $248.640, con la inflación que se acumulará en el próximo año, se termina abonando un equivalente a $152.961, según los cálculos arrojados por una herramienta ya conocida por los lectores de esta sección, llamada ‘infleta’, que te dejamos aquí nuevamente, para ayudarte a calcular esa compra que venías pensando.