Crece el desempleo: Comodoro duplicó la cantidad de personas sin trabajo
Lo mostró la última encuesta del INDEC.
COMODORO RIVADAVIA (Por Raúl Figueroa / Especial para ADNSUR) - La señora “N.” trabajó durante algunos años en la empresa de limpieza para esa firma petrolera en zona norte, la misma que de un día para otro le prohibió la entrada y hoy le dice, en su propia cara, que “nunca trabajó en ese lugar” y que no la conocen.
De ese modo, una persona humilde, se encuentra de golpe tratando de explicar con palabras sencillas y en clave real lo que muchas veces se expresa en la metáfora de que “el mercado invisibiliza a las personas”. Aunque ella bien sabe las horas de esfuerzo y sacrificio que dedicó a ese lugar.
El drama de esta trabajadora quedará reflejado en frías cifras de desempleo, las mismas que desde el INDEC esta semana revelaron que en Comodoro la cantidad de desocupados se duplicó en pocos meses, que se pierden alrededor de mil puestos por trimestre en la ciudad o que son cada vez más las personas que aún teniendo un trabajo buscan otro porque el que tienen no les alcanza para vivir.
Las estadísticas de desempleo siguen mostrando un crecimiento preocupante en Comodoro Rivadavia y Rada Tilly, si bien el mayor porcentaje volvió a concentrarse sobre las ciudades de Trelew-Rawson.
DESEMPLEO
Con índices de desocupación del 8,2 y 5,2% respectivamente, la ciudad petrolera vive por su parte una preocupante aceleración. Desde haber registrado el indicador más bajo a mediados del año pasado, cuando el INDEC comenzó a medir estas variables con un nuevo sistema, lo concreto es que saltó desde un 2,4% hasta superar el doble en la actualidad. 2155 personas sin trabajo por entonces, 4.639 ahora.
La evolución muestra un ritmo preocupante: entre septiembre y julio hubo mil puestos de trabajo perdidos en la ciudad, se mantuvo casi constante en diciembre, pero volvieron a perderse otros 1.500 entre diciembre y marzo último.
El comercio también suma desempleo e incumplimientos salariales
Es posible que la señora “N.” no esté contenida en esa cifra. Ella pertenece al grupo de subocupados, que trabaja menos de 35 horas semanales, con tareas domésticas, pero que requiere de otro tipo de actividad para mejorar sus ingresos. En ello hay otras distinciones: suman alrededor de 15.000 las personas con problemas de empleo en la ciudad, entre desocupados netos, o quienes tienen trabajo pero necesitan otro porque lo que ganan no les alcanza para vivir.
La mirada de dirigentes políticos y medios en general está siempre atenta al sector petrolero, por ser la rueda que mueve la economía y el indudable efecto multiplicador sobre todos los demás sectores. Sin embargo, esa polea de transmisión no sólo suma empleo en las demás ramas cuando funciona, sino que también los resta abruptamente cuando se detiene.
Si hubo 4.000 despidos entre sectores petroleros y construcción en el último año, de acuerdo con los datos brindados por la abogada laboralista Gladys Szlápelis, el problema tiene una onda expansiva cuya magnitud empieza a arrojar datos que se conocen por ahora de modo somero, pero que alcanzan como reflejo de lo que puede venir.
Según trascendió poco antes del fin de semana, una empresa de servicios de limpieza que realizaba actividades para entidades bancarias de la ciudad, desapareció de golpe dejando en principio a otras 30 personas sin actividad laboral ni reaseguro de los derechos indemnizatorios correspondientes.
Enrolados en el sector del comercio, el caso reflejaría también el modo en que el impacto del freno petrolero se siente en otras ramas de actividad, como también la facilidad con que algunos inescrupulosos suelen burlar a los sectores más humildes.
Hay otros ejemplos que por ahora no trascienden y se tratan de casos aislados, pero que forman un conjunto: importantes firmas comerciales han sido inspeccionadas en las últimas semanas ante el incumplimiento en el pago de salarios, tanto en el sector farmacia como en tiendas, según verificaciones que se hicieron desde ámbitos laborales, a partir del reclamo de los empleados.
LAS SEÑALES QUE NO LLEGAN
No hay garantías de que el segundo trimestre del año (las mediciones del INDEC se conocen cada tres meses y en este caso se divulgarán en julio o agosto) pueda aportar datos más positivos.
Si se consideran los telegramas de suspensiones en la actividad petrolera y los anuncios de inversión que, bien leídos, confirman en realidad una menor actividad para el corriente año, resulta difícil imaginar por dónde podrían esperarse mejoras en aquel panorama.
Con la producción petrolera en baja, las regalías siguen disminuyendo su incidencia en el presupuesto provincial y ya aparece el fantasma del aguinaldo para algunos municipios, mientras que muchas empresas de servicios salen a la búsqueda de instrumentos financieros para hacer frente a esa obligación.
Transcurrida la primera mitad del año, el gobierno nacional no ha dado señales concretas de aplicar el fondo anticíclico que solicitó el gobernador semanas atrás, con un monto que resultase equivalente a los reintegros de 80 millones de dólares que el año pasado se otorgó a las exportaciones de crudo.
La energía eólica es por ahora más una solución al consumo de energía requerido por las propias operadoras que un impacto real en la diversificación productiva; y la mentada “competitividad” para la producción en la Patagonia sigue siendo un slogan que seguramente se instalará con fuerza en la campaña legislativa, pero que no aporta todavía instrumentos reales para mejorar la actividad productiva.
Mientras tanto, la señora “N” seguirá luchando para no convertirse en un número más (el que podría pasarla de la categoría de “sub” a “des” ocupada) y no sólo eso, sino para enrostrar al cinismo burocrático que, efectivamente, es una persona que trabajó por años ahí donde ahora pretenden tratarla como si no existiera, con esa prepotencia indolente que suele aplicar la “mano invisible del mercado”.