Crece la atención de adolescentes con crisis de ansiedad: faltan camas y profesionales en Salud Mental del Hospital
Desde el Servicio de Salud Mental del Hospital Regional siguen alertando sobre la falta de camas y espacios adecuados para internación, además de la renuncia de profesionales, frente a una demanda que ha crecido fuertemente en los últimos años tras la pandemia y que en los últimos meses tiene un indicador más que preocupante: la solicitud de atención de adolescentes, de entre 14 ó 15 y 18 años, con crisis de ansiedad derivadas de problemas psico sociales y las consecuencias de la pandemia.
Marta Rodríguez, psiquiatra del servicio de Salud Mental del Hospital Regional de Comodoro Rivadavia, advirtió que además de la falta de camas, desde el servicio se reclama también porque no hay espacios adecuados para la internación de pacientes de salud mental.
A esto se suma el hecho de que los pocos espacios están ocupados por personas en condiciones de ser externadas, pero que no han podido obtener el alta por otras complicaciones de índole social, por lo que se combina el crecimiento de la demanda con la falta de recursos, humanos y de infraestructura, para atender a esos requerimientos.
“El Área Programática de Comodoro Rivadavia es el único servicio de Salud Mental disponible en toda la región –indicó-. En los últimos años, ha ido perdiendo profesionales en cuenta gotas, tanto psicólogos como trabajadores sociales y ahora han renunciado 3 psiquiatras, a tono con lo que está pasando en otros puntos del país”, añadió.
Llamativamente, hasta ahora no ha habido respuestas, pese a los reiterados reclamos de los profesionales del servicio, de parte de las autoridades provinciales sobre el grave problema que vienen planteando.
“Lo que más estamos viendo es la consulta de chicos”
Al explicar el tipo de atención que se demanda al servicio, describió que se ha pasado de la atención a pacientes crónicos, que podían tener una descompensación en cuadros de esquizofrenia o trastornos de bipolaridad, a una demanda de personas que nunca habían requerido este tipo de atención.
“Con la pandemia empezamos a notar el crecimiento de pacientes nuevos, que antes no consultaban y en su mayoría responden a más cuestiones de desviación suicida y crisis de ansiedad –detalló la psiquiatra, en diálogo con Actualidad 2.0-. Y también se nota el cambio de la población: antes los que más consultaban eran adultos, pero hoy tenemos chicos de 15, 16, 17 y 18 años. Es lo que más estamos viendo como grupo más afectado”.
Sobre el denominador común de esas consultas, precisó que “se observan cuestiones de índole social, que actúan como disparador para que los adolescentes terminen con problemas de salud mental. Lo veo mucho en las guardias, con chicos que tal vez sus padres tienen problemas de salud mental sin resolver. Pueden ser cuestiones económicas no resueltas, o temas familiares que entraron en crisis al potenciarse por la pandemia y los adolescentes terminan siendo el punto de ebullición. Aparecen con angustia y ansiedad”.
La integrante del servicio de Salud Mental también comentó que “el detonante este año fue la presencialidad. Los chicos estuvieron dos años encerrados, o no habían ido nunca a la escuela en que se anotaron y hoy, con 14 años, están yendo a una escuela que no conocían o conocieron a los compañeros por virtualidad. Son situaciones ansiógenas, disparadores para ellos y las escuelas no cuentan con suficiente personal para dar contención”.
En la descripción, la psiquiatra aclaró que “estamos hablando de escuelas públicas y lo vemos en la guardia de urgencias, que es la única que funciona. Atendemos pacientes con la mejor obra social que alguien pueda pagar y del mejor barrio de Comodoro y Rada Tilly, pero también al chico del barrio y de la escuela más vulnerable de la ciudad”.
Finalmente, Rodríguez puntualizó que los problemas económicos detonan más en la gente humilde, “pero en los sectores más pudientes se observa la disfuncionalidad familiar, con padres que no están bien y no pueden contener bien a sus hijos. Se nota muchísimo la afectación de los adolescentes”.