Delitos Rurales: una bomba de tiempo que obliga a nuevos desafíos y estrategias de la Seguridad pública
Los robos en los ámbitos rurales entremezclan la bronca de los productores por las pérdidas económicas, la preocupación por la violencia que se exhibe, la organización de las bandas que operan y las estrategias de los organismos para combatirlos porque se requiere un enfoque común.
“La Patria se hizo a caballo” es una frase común que forma parte de la identidad nacional. Es cierto que el campo tiene una gran presencia en la economía, desarrollo y la cultura nacional desde el S. XIX.
Desde los tiempos del ‘Martín Fierro’ de José Hernández se hablaba de las disputas, las peleas entre los gauchos y una intensa vida rural que merece se reconocida porque pone a prueba la condición humana en todo tipo de tareas -muchas de ellas con desgaste físico- y que se someten a las bajas temperaturas de la Patagonia.
En ese contexto, los robos de ganados y las situaciones delictivas en viviendas particulares comenzaron a aflorar –con distintos grados de violencia- pero se fueron refinando con el paso del tiempo.
A través de los reclamos enérgicos de los productores y ciudadanos que viven en las chacras, los delitos rurales comenzaron a ingresar con más fuerza en la agenda pública y se situaron como uno de los desafíos más importantes en la seguridad de la provincia de Chubut.
El panorama se agrava cuando se cuantifican las pérdidas económicas que sufren los productores por el robo de su ganado o la violencia con la actúan las bandas en la zona al límite del comportamiento humano.
En los últimos años, la situación se torno más violenta porque los robos en los ámbitos rurales se situaron en las viviendas particulares aún con la presencia de sus residentes que los sufrieron con sus consecuencias de stress, profunda ira e inestabilidad emocional.
Consecuentes con estos hechos, los productores y habitantes de los espacios rurales convocaron a la Policía del Chubut, a la Fiscalía y a todos los actores que afecte el tema para que el abordaje a estos delitos se enfoque con la mayor seriedad posible y con el empleo de todas las herramientas del Estado provincial.
Resultó perturbador que los chacareros hayan amenazado con hacer ‘justicia por sus propios medios’ contra las personas que delinquen en uno de los gritos de furia más alarmantes del último tiempo.
No hace falta ser un experto para tener presente que muchos de ellos tienen armas de fuego (de distinto calibre) en sus domicilios y que las dominan a la perfección por los años de práctica. Incluso, se manifestaron por las rutas del VIRCh con la modalidad del ‘tractorazo’ para elevar sus petitorios a las máximas autoridades provinciales.
¿QUÉ ACCIONES PUEDEN SER EFECTIVAS PARA COMBATIR LOS DELITOS RURALES?
En este punto, se impone la visión del Estado que ejerce el monopolio de la fuerza pública como reza la normativa nacional. Pero este complejo cuadro exige la activación de medidas concretas para enfrentar este problema.
La Policía del Chubut tiene como desafíos incrementar la presencia de efectivos –de manera permanente. en los espacios rurales.
Durante la semana, el ministro de Seguridad y Justicia, Héctor Iturrioz confirmó la instalación del GRIM Bethesda (Grupo de Respuesta Inmediata Motorizada) en un sector clave del VIRCh.
Esta unidad policial tendrá la posibilidad de actuar con inmediatez y la versatilidad que permiten las motos.
A ellos, se les va a sumar la División de Seguridad Rural que patrulla la zona y un refuerzo del área Operaciones de la Unidad Regional Trelew. Aparecen respuestas concretas en sólo un mes de gestión de la cartera de seguridad provincial.
A su vez, el subsecretario de Seguridad, Dr. Claudio Fernández se reunió con el intendente de Gaiman, Darío James (uno de los jefes comunales más activos en impulsar este tema) para configurar –entre provincia y el municipio- la disposición del sistema de cámaras para cubrir esas áreas.
Uno de los desafíos principales de abordaje mutuo tiene que ver con el compromiso de los intendentes del VIRCh para evitar que las ciudades crezcan al margen de una planificación adecuada como había señalado -en relación al tema- el ex ministro de Seguridad, Miguel Castro.
Esta situación genera que afloren caminos internos, desvíos y nuevas alternativas de escape que permiten a los delincuentes desplazarse para evitar ser detenidos en flagrancia.
ORGANIZACIÓN DE LAS BANDAS
En una rueda de prensa en la Unidad Regional Trelew en la que participo ADNSUR el 30 de diciembre del 2023, el jefe de la comisaría Dolavon, comisario Diego Correa relató el operativo que permitió detener a cuatro personas y secuestrar 16 animales que están valuados en una cifra superior a los $30 millones.
Este caso reveló una salto cualitativo en el accionar teniendo en cuenta que el jefe policial aseguró “se trató de una banda organizada por la logística que tenían, el poco tiempo que emplearon, la modalidad delictiva que llevaron a cabo y –en especial- por el monto de dinero de los animales que transportaban”.
SE NECESITA UN COMPROMISO INTERINSTITUCIONAL
Como lo señalamos –permanentemente- en nuestras notas, el abordaje de estos delitos ameritan un compromiso que interpela a distintos organismos del Gobierno provincial (no sólo el ministerio de Seguridad y Justicia), el acompañamiento permanente de las Fiscalías (el rol de Iturrioz es clave por el conocimiento interno del sistema), la planificación del ejido municipal para evitar la dispersión, los aportes de los productores que sufren en carne propia estos hechos y las proactividad del GRIM, Seguridad Rural, Operaciones y la División de Investigaciones para neutralizar los hechos y detener a los autores.
Hasta ahora, la situación se mantiene en términos institucionales pero los hechos violentos pueden torcer la balanza hacia el escenario más temido de la ‘justicia por mano propia’ o una escalada de violencia que será muy difícil para detener.
Todavía hay margen para agilizar las medidas y acciones en los ámbitos rurales pero el tiempo apremia, los ánimos están caldeados y una chispa puede despertar un polvorín con consecuencias imprevisibles.